Barcelona, 23 jun (EFE).- La presidenta del Centre d’Estudis de les Dones d’Europa (CEDE), Mireia Del Pozo, primera mujer en España en recibir el premio de la Paz por la Igualdad que entregan diversas entidades internacionales en Luxemburgo, ha explicado en una entrevista con EFE que «la clave» para conseguir un mundo más paritario está en la formación.
El Premio Mundial de la Paz por la Igualdad, que en 2022 recibió la Fundación Fútbol Club Barcelona, y que también ha galardonado al ex director general de la UNESCO, el español Federico Mayor Zaragoza, lo otorgan el Foro Mundial de la Paz, la Fundación para la Paz Schengen, el Comité de la Paz y Su Alteza Real el Gran Duque de Luxemburgo.
El jurado ha destacado de la ganadora «la excelencia y la labor destacada por la paz mediante la igualdad, la diversidad y la inclusión a través de iniciativas extraordinarias para construir la paz ayudando a las mujeres a enriquecer sus vidas en todos los ámbitos y con efecto directo en el conjunto de la sociedad».
Entre otros proyectos, la experta fue ideóloga y responsable del despliegue del Plan de Urgencia y Emergencia en Cataluña para mujeres emprendedoras durante la pandemia de la Covid-19.
Por su trabajo, Del Pozo explica que ha asesorado a cientos de empresas, una experiencia de la que ha extraído una visión de conjunto sobre cómo las empresas en España afrontan el reto que desde hace unos años es además una obligación legal a través de los planes de Igualdad preceptivos (aunque aún es una asignatura pendiente para muchas compañías).
«Tenemos ya una ley, tenemos los instrumentos, y ahora hace falta aplicarla y hacer las cosas bien. Las empresas no deben tener miedo a contar con personas externas que sean objetivas y desde la dirección velen por la igualdad transversal de toda la compañía», explica Del Pozo, quien añade que no basta con que alguien de Recursos Humanos «hagan un curso de veinte horas».
En su opinión, si ni en Cataluña ni en el conjunto de España «aún no ha llegado la igualdad real» es porque «no se sabe lo suficiente».
«Las personas no están preparadas, formadas en igualdad, en diversidad, en inclusión. Es algo que ven desde el resto del mundo. Nos señalan por la falta de profesionalidad en ese punto concreto, y pese a todo el talento que existe en muchos otros ámbitos», cuenta.
Del Pozo señala que muchas empresas dicen que tienen la igualdad y la diversidad «en su ADN», pero apunta que aunque quizá sí tengan «toda la voluntad», hace falta dar pasos concretos «y saber cómo darlos».
Anima asimismo a no querer solo aplicar criterios y políticas de igualdad en la empresa para cumplir con la ley, sino por el propio beneficio de todo el negocio.
«Aquí no estamos hablando sólo de igualdad. Aquí estamos hablando de salud y seguridad. Así que igual que existe un departamento de todo lo que es seguridad laboral, con su presupuesto, debe hacerse lo mismo con la igualdad y la inclusión», ha explicado.
Una salud e igualdad en el trabajo que «también pasa por la salud mental y emocional» de la plantilla y que se traducirá en criterios económicos y de productividad, ha señalado.
«Al final se trata de darse cuenta que las políticas de igualdad deben ser transversales, de que es todo un cambio de paradigma y que tras la igualdad hay también beneficios y no solo obligaciones», ha añadido.