Montevideo, 11 dic (EFE).- La capital de Uruguay acogerá entre del 4 al 31 de enero la 12ª edición del Festival Montevideo de las Artes, que contará con 27 obras teatrales gratuitas repartidas por 19 escenarios en diversos barrios de la ciudad.
Así lo anunció este miércoles, durante la presentación de la nueva edición del festival de teatro uruguayo, la directora de Cultura de la Intendencia de Montevideo (IM), María Inés Obaldía.
«Buscamos apoyar la profesionalización de los artistas y, a su vez, tratamos de colaborar -en medida de lo posible- en la sustentabilidad de las salas independientes», destacó Obaldía, quien dijo esperar que el festival sea «disfrutable» para quienes se acerquen a los escenarios.
La programación del festival se desarrollará en un total de 12 teatros y siete estaciones teatrales -espacios que normalmente no acogen funciones- repartidas por todo el departamento (provincia) de Montevideo e incluye ocho obras para público infantil y una para público juvenil.
Los espectáculos fueron seleccionados en el llamado a proyectos teatrales del Programa Fortalecimiento de las Artes, organizado por la IM en colaboración con la Sociedad Uruguaya de Actores (SUA) y la Federación Uruguaya de Teatros Independientes (FUTI).
«Incentivar la producción es para nosotros un objetivo principal», apuntó, por su parte, el director de la SUA, José María Novo, quien añadió que «poder llevar la cultura a los barrios de forma gratuita para los montevideanos» es lo que «resume el espíritu» del festival.
Por su parte, el presidente de la FUTI, Washington Sassi, destacó que esta propuesta ha permitido hasta ahora la «visibilidad total» de los distintos grupos de teatro independiente de la ciudad.
«En estos 12 años, la Intendencia ha reconocido a los actores y los distintos artistas como trabajadores», agradeció Sassi, que también pidió al próximo Gobierno -del presidente electo, Yamandú Orsi- el financiamiento de la ley de teatro independiente vigente en el país.
Ambos representantes coincidieron con la directora de Cultura al señalar la voluntad de «descentralización de las políticas culturales y la democratización del acceso a la cultura».