Navidad y Depresión, ¿Cuál es su conexión y por qué para algunos supone un reto esta época?

La temporada navideña evoca amor, alegría y reencuentro, pero para algunos, esto se convierte en una experiencia abrumadora

La llamada tristeza navideña, depresión blanca o blues de Navidad afecta a personas que encuentran que las festividades les resultan difíciles de disfrutar

El Dr. Xavier Fàbregas Pedrell, especialista en salud mental y director médico del centro MAS FERRIOL, explica que la tristeza navideña combina síntomas de depresión y ansiedad en aquellos que sienten que la festividad es atosigante. A menudo, esto se debe a diferentes sensibilidades o situaciones personales, y no siempre está relacionado con pérdidas recientes o problemas graves.

Algunas personas se entregan plenamente a las festividades, adornando sus hogares, usando decoración navideña constante, planeando reuniones con seres queridos y comprando numerosos regalos. Sin embargo, hay otras, que pueden sentirse abrumadas por el intenso sentimiento de alegría que rodea la Navidad; o estar batallando con problemas específicos, como la soledad o situaciones estresantes. Para aquellos que ya padecen trastornos mentales, la presión de la temporada festiva puede agravar su situación.

El doctor Xabier Fábregas explica que la depresión “suele aumentar de forma significativa, especialmente si hay un alto grado de autocrítica y de falta de confianza en uno mismo, ya que en la comparativa imaginada se crean expectativas demasiado exigentes”. 

Síntomas de la depresión y cómo afrontarla

Los síntomas de la depresión blanca pueden incluir ganas de llorar, inquietud, falta de energía e irritabilidad, que contrastan con el ambiente general de alegría navideña. Otras personas pueden experimentar nostalgia por Navidades pasadas, cuando la magia de la infancia era más intensa y los seres queridos aún estaban presentes.

Para afrontar está festividad de manera efectiva, es importante hablar sobre lo que se siente, estar en contacto con niños para experimentar la magia que transmiten, dosificar las energías y elegir cuidadosamente las situaciones en las que uno decide participar. Además, un cambio de escenario o la participación en acciones solidarias pueden ayudar a darle un enfoque diferente a las festividades.

A pesar de la sensibilidad emocional durante la Navidad, es importante recordar que es una experiencia vital de la que se pueden aprender lecciones valiosas.