Los alumnos del colegio La Salle La Paloma, anejo al edificio del arzobispado situado en la calle de Toledo, que registró ayer una potente explosión a causa de la cual murieron cuatro personas, continuarán esta semana con las clases telemáticas hasta que se acaben de evaluar los posibles daños en el edificio.
Según han explicado hoy a Efe fuentes de la Consejería de Educación, el bloque del colegio concertado está siendo inspeccionado desde ayer por los técnicos del Ayuntamiento de Madrid, y en el caso de detectarse daños estructurales el propio centro buscaría alternativas para sus estudiantes.
Ningún estudiante ni trabajador de La Salle resultó herido por la explosión pese a la caída de cascotes del edificio siniestrado, ubicado en el distrito de La Latina, a pesar de que en el patio del centro cayeron restos del bloque siniestrado.
En el día de la vuelta a las aulas tras la borrasca Filomena, el patio del recreo estaba vacío de alumnos gracias a que parte de él estaba cubierto de nieve.
Rubén Pérez de Ayala, el sacerdote de 36 años herido en la explosión, ingresado en el Hospital de La Paz, ha fallecido esta madrugada, lo que eleva a cuatro el número de víctimas mortales del siniestro, han indicado a Efe fuentes sanitarias.
Fuente: © EFE 2021