Una corriente de aire sahariano seco y caliente llega a los municipios gaditanos con temperaturas extremadamente altas

Cádiz se prepara para enfrentar su segunda ola de calor del verano. A partir de este jueves, una nueva masa de aire sahariano elevará las temperaturas, que podrían llegar hasta los 40ºC. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha emitido un aviso de alerta amarilla que estará vigente desde el jueves 18 hasta el sábado 20. Aunque se espera una ligera disminución de las temperaturas durante el fin de semana, estas volverán a subir a partir del lunes.

Las altas temperaturas afectarán tanto a la costa como al interior de la provincia. Para mañana jueves, se prevé que los termómetros marquen 33ºC, mientras que el viernes se espera que alcancen los 32ºC. En la Bahía de Cádiz, San Fernando verá temperaturas de 34ºC y 33ºC, Puerto Real alcanzará los 36ºC ambos días, y Chiclana y El Puerto registrarán entre 35ºC y 36ºC.

En algunas localidades del interior, las temperaturas serán aún más extremas. Jerez alcanzará los 38ºC el jueves y los 40ºC el viernes. Arcos será el punto más caliente, con 41ºC el jueves y 42ºC el viernes. Villamartín, Espera y Algodonales también verán temperaturas de 40ºC el jueves y 42ºC el viernes.

Las autoridades advierten que las altas temperaturas pueden poner en riesgo la salud y el bienestar de muchas personas. Es esencial tomar medidas preventivas para minimizar los efectos del calor extremo.

Consejos para prevenir el golpe de calor:

• Refrescarse frecuentemente durante los días de mucho calor.
• Beber abundante agua, especialmente niños y ancianos, aunque no tengan sed.
• Evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
• Protegerse de la exposición directa al sol.
• Evitar esfuerzos físicos durante las horas más calurosas.
• Realizar actividades al aire libre con sombrillas u otros elementos de protección.
• Permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados.
• Usar ropa clara, ligera y transpirable.
• Prestar especial atención a bebés, niños, ancianos y enfermos crónicos, ya que son más vulnerables al calor.