Bruselas, 21 mar (EFE).- El jefe de derechos humanos de la ONU en los territorios palestinos ocupados, Ajith Sunghay, alertó este jueves sobre la «incapacidad de los trabajadores humanitarios» de distribuir la ayuda en Gaza, donde «niños, ancianos y enfermos morirán» si no se canaliza adecuadamente.
«Los enfermos, discapacitados, los niños o ancianos no pueden acceder a los camiones (de ayuda humanitaria). Solo quienes pueden hacer colas durante horas, son fuertes y pueden luchar en esta situación lograron conseguir algo de comida», señaló Sunghay durante su intervención en vídeo en un debate del Comité Económico y Social Europeo (CESE).
Sunghay describió las «condiciones insostenibles» de la operación humanitaria en Gaza, donde han tenido lugar «restricciones extremas» a bienes de primera necesidad y ataques a «policías que tratan de mantener el orden mientras distribuyen ayuda humanitaria».
«Hemos visto a cientos de niños corriendo detrás de los camiones que están allí para distribuir ayuda humanitaria, y esto continúa», agregó Sunghay.
En este sentido, Sunghay destacó la «clara necesidad y exigencia» de que Israel “abra rutas terrestres a la ayuda humanitaria y a los bienes comerciales esenciales».
«No se necesitan simplemente más camiones, necesitamos una comprensión mucho más amplia sobre el acceso humanitario», agregó el responsable de la ONU.
Además, reiteró que a medida que se agotan las reservas de alimentos en el norte de Gaza, las familias envían a los menores hacia el sur arriesgándose a sufrir ataques, ser detenidos o expuestos a malos tratos o torturas. Se estima que hay cerca de 17.000 niños no acompañados en este momento.
La ONU acusó este martes a Israel de estar cometiendo un crimen de guerra contra la población de Gaza al privarla de alimentos hasta extremos que han llevado a, al menos, 210.000 personas a la hambruna en el norte del enclave, y que han puesto a más de 1,1 millones de gazatíes en riesgo inminente de sufrir la misma situación.
Por su parte, el representante humanitario ante la UE y la OTAN de Médicos sin Fronteras, Sergio Cecchini, afirmó que los «esfuerzos por prestar asistencia son azarosos, oportunistas y totalmente inadecuados» y se «ignora la distinción entre civiles y soldados».
Cecchini destacó que en los últimos cinco meses las instalaciones sanitarias han sido objeto de órdenes de evacuación y han sido asaltadas, el personal médico y los pacientes han sido «detenidos, maltratados y asesinados mientras atendían a sus pacientes».
«Entre ellos, cinco de nuestros colegas, médicos y enfermeros, mientras estaban de servicio. Varios familiares de nuestros colegas también han sido asesinados, y un gran número de nuestro personal sigue en paradero desconocido», agregó el representante humanitario.
Asimismo, Cecchini subrayó que «no queda ningún sistema sanitario del que hablar en Gaza» donde 12 de los 36 centros hospitalarios apenas funcionan: «Se ven obligados a fabricar elementos quirúrgicos vitales con cosas que encuentran en el suelo».
La cifra total de muertos en la Franja de Gaza tras los últimos ataques israelíes alcanzó este jueves los 31.988 y 74.188 heridos, tras 167 días de guerra en el enclave palestino, según las últimos datos del Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás.
También, las autoridades palestinas recuerdan que cerca de 7.000 personas siguen bajo los escombros y en las calles, donde los equipos de rescate y las ambulancias no los pueden localizar ante la falta de comunicaciones, o bien no pueden llegar por la intensidad de los bombardeos.