Moscú, 12 abr (EFE).- Las autoridades ordenaron este viernes la evacuación masiva de los barrios de Oremburgo, capital de la región homónima, que lindan con el río Ural, cuyo niveles de agua alcanzaron hoy los 11,43 metros, lo que ha provocado ya inundaciones a la entrada de la ciudad.
«¡Atención, conciudadanos! En la ciudad suenan las sirenas. No es un ejercicio. Se ha puesto en marcha la evacuación masiva», señaló Serguéi Salmin, alcalde de Oremburgo, en su canal de Telegram.
La evacuación afecta a los barrios al sur de la ciudad, incluido dos de las principales calles de acceso, más de una veintena de zonas residenciales y dos localidades en sus inmediaciones.
«¡Evacuarse con urgencia! Lleven documentos, medicinas, productos de primera necesidad y abandonen con celeridad sus casas. La situación es crítica, no pierdan el tiempo», dijo.
Salmin destacó que «la situación con las crecidas en Oremburgo es tremendamente peligrosa», ya que los niveles de agua crecieron 40 centímetros «en las últimas 10 horas».
«Estos indicadores son peligrosos», añadió sobre el río Ural, que baña esta ciudad de más de medio millón de habitantes.
En las últimas horas ha resultado anegada la carretera que conduce al monumento que marca la frontera entre Europa y Asia.
Hasta ahora, cinco barrios residenciales han resultado anegados, lo que incluye más de 2.300 viviendas y casi 4.000 terrenos en las inmediaciones de la capital regional.
Por ese motivo, en Oremburgo han tenido que ser evacuadas hasta el momento más de 1.500 personas, lo que incluye 319 niños.
El presidente ruso, Vladímir Putin, se reunión ayer por videoconferencia con los gobernadores de la regiones afectadas, incluida Oremburgo, pero no aludió a la magnitud de la tragedia
El desastre natural estalló a finales de la semana pasada tras la ruptura de un dique en el curso del Ural que llevó a la inundación de miles de viviendas de Orsk, una ciudad de casi 200.000 habitantes.
Las autoridades locales reconocen que la presa, que fue inaugurada en 2014, se construyó para afrontar niveles de agua de 5,5 metros y no los casi 10 actuales.
Al respecto, el ministro de Construcción, Irek Faizulin, admitió hoy que el dique afectado no es ninguna presa, «sino un terraplén», y denunció que dicha construcción de diez kilómetros no pudo costar, en ningún caso, mil millones de rublos (unos 10 millones de euros).
Cientos de afectados por el desastre protagonizaron el lunes una protesta en la región de Oremburgo contra la inacción oficial tras las mayores inundaciones en décadas.
Mientras, el Comité de Instrucción de Rusia incoó dos casos penales por violación de reglas de seguridad y por negligencia a raíz de desastre que ha afectado ya a decenas de miles de personas.