Granada, 29 dic (EFE).- El musicólogo y gestor cultural italiano Paolo Pinamonti, nuevo director del Festival Internacional de Música y Danza de Granada, apuesta por buscar el «equilibrio» de esta cita cultural, de modo que sirva de escaparate de grandes intérpretes de la escena europea, pero se diferencie también de otros certámenes de esta naturaleza con un repertorio propio.
Pinamonti (Venecia, 1958), que desde el pasado 28 de mayo sustituye en el cargo a Antonio Moral, cree que el de Granada, que conoce desde que en 1987 asistió por primera vez a uno de sus conciertos, no es solo «uno de los grandes festivales europeos», sino que, por su versatilidad, ofrece además la posibilidad de enriquecer el repertorio musical.
Y ése, ha dicho en una entrevista con EFE, es uno de sus objetivos: Recuperar piezas olvidadas de la gran tradición musical española, como por ejemplo del género de la zarzuela.
«Recuperar es también ampliar el repertorio», afirma. Una especie de «musicología aplicada», lo que enlaza con su manera de entender el Festival, que no solo concibe como una cita cultural anual, sino como un certamen con proyección formativa y pedagógica en el tiempo.
Pedagogía musical y guiños al cine
A ese concepto del Festival responde una de sus primeras acciones: el proyecto Ópera Kids, que llevará la ópera a las aulas con un espectáculo infantil, un montaje de la Cenicienta basada en la obra de Rossini y cantado en español para introducir en la lírica al alumnado de entre 6 y 11 años y al que podrán inscribirse los centros educativos de Granada.
La iniciativa, que busca enriquecer la formación cultural y contribuir a la construcción de un público conocedor y exigente, es pionera en España y se desarrollará durante este curso 2024-2025, pero nace con vocación de continuidad. Fue concebida por la Asociación Italiana de Ópera y Conciertos-AsLiCo, institución cultural fundada en 1949 en Italia.
«El aprendizaje de la música del canto ofrece a los niños, también a los más tímidos, una manera de expresarse», asegura Pinamonti, que pretende que esta primera edición sea «una especie de número cero» para que tenga continuidad en el tiempo y forme parte de una programación constante con la ayuda del Festival.
También es suya otra de las iniciativas que precederán a la programación oficial de la próxima edición del Festival de Granada, que esta edición, la número 74, tendrá lugar entre el 19 de junio y el 13 de julio de 2025.
Se trata de un guiño a la celebración, el próximo 8 de febrero en Granada, de la gala de los Premios Goya: La proyección de la película 'Blancanieves', de Pablo Berger, con la interpretación en directo de la banda sonora de Alfonso de Vilallonga, a cargo de la Orquesta Ciudad de Granada bajo la dirección de Pablo Urbina.
Aniversarios que marcarán la programación
Partidario de extender la presencia del Festival al resto del año, Pinamonti tiene por delante cinco años al frente del certamen en los que se cumplirán aniversarios clave que, dice, marcarán la programación de esas ediciones. Entre ellos, el 150 aniversario del nacimiento de Manuel de Falla, los 500 años de la visita de Carlos V a Granada o el centenario de la Generación del 27, además del 75 cumpleaños del Festival en 2026.
«Todos ellos ofrecen la oportunidad de diseñar una programación de calidad novedosa», apunta el director, que avanza uno de los espectáculos relacionado con el 500 aniversario de la visita de Carlos V, que se cumplirá en 2026.
Se trata de la recreación de las fiestas organizadas con motivo de aquella visita del emperador, al que se le ofreció una zambra en el Patio del Aljibe de la Alhambra.
Pero antes de eso, el Festival afrontará en 2025 una nueva edición cuya programación aún no se ha dado a conocer pero en la que adelanta que habrá una colaboración con el Teatro de la Maestranza, con la presencia de la bailaora y coreógrafa Patricia Guerrero con la Academia del Piacere, un espectáculo en el que la antigua música barroca de la península ibérica dialoga con el flamenco andaluz.
Para el musicólogo italiano, «la experiencia musical contemporánea es una experiencia plural», de ahí que sea partidario de mantener los nuevos géneros musicales que se han ido introduciendo en los últimos años, como el jazz o el flamenco: «Tenemos que mantener siempre un nivel de calidad», sostiene.
España, a la altura de la escena europea
Desde su amplia experiencia como director del Teatro La Fenice de Venecia, del de la Zarzuela de Madrid, del San Carlos de Lisboa y del San Carlo de Nápoles, considera que España está actualmente «al máximo nivel» con una vida musical «rica e interesante» y «grandes teatros líricos», como el Real de Madrid o el Liceu de Barcelona, «en los que se puede ver y escuchar lo que ofrecen los mayores teatros de Europa como los de París y Londres».
