Álvaro Vega
Córdoba, 9 dic (EFE).- Los patios de Córdoba abren también en Navidad y se colocan como un extraordinario atractivo turístico hasta el punto de que, según el presidente de la Asociación de Amigos de los Patios Cordobeses, Miguel Ángel Roldán, más allá de su convocatoria de primavera, «la gente ya viene pidiendo patios durante todo el año».
Hasta el 30 de diciembre, entre jueves y domingos, 39 patios organizados en seis rutas, se han comprometido a estar abiertos en horario de tarde, entre las cinco y las nueve, algo que hace posible ampliar el radio de presencia de visitantes a zonas del casco histórico no siempre colmatadas de turistas.
Una de estas rutas es la del Alcázar Viejo. En este barrio, otrora parte del alcázar califal, está la sede de la Asociación de Amigos de los Patios Cordobeses, que el próximo año cumple medio siglo de existencia.
Su presidente se encuentra con el patio de San Basilio, 44, repleto. «No me gusta esto», dice. «Las flores nos tienen que durar hasta el día 30», acota.
Pese a que hay un control de acceso que limita a la entrada al aforo del patio, la presencia de mochilas alerta a Roldán. El lugar que ocupan las flores que habitualmente hacen de este recinto uno de los más fotografiados del Mayo Cordobés está plagado de pascueros rojos, cuya intensidad contrasta con el blanco cal de las paredes del inmueble.
Las colas en la puerta se suceden pese a que la circulación por San Basilio, 44, es ágil. La persona que cuida el acceso tiene el detalle de dejar entrar a los visitantes por grupos, sin separar a los que van juntos.
Ya hay patios todo el año
Miguel Ángel Roldán no tiene duda de lo que está pasando: «La gente está demandando la Navidad en los patios». De hecho, está institucionaliza esta apertura navideña y la del Festival de Patios Cordobeses en primavera, tradicionalmente en mayo, que se organiza desde 1921, aunque también hay otras ventanas de oportunidad, como en otoño, donde la demanda «es por los aromas que tienen los patios».
Aunque, en realidad, de un modo u otro, asume que «ya hay patios todo el año». «Tuve la suerte de haber hablado con muchos visitantes ayer por la tarde-noche (el primer día de apertura), y la verdad es que los visitantes se llevan una gran satisfacción de Córdoba, de sus patios y cómo los tenemos tan bonitos», ha afirmado a EFE Roldán.
No difieren de esa opinión Alejandro e Inma, que han llegado a Córdoba desde Murcia para pasar el puente con su bebé de apenas un año, que duerme durante la visita en el carrito protegido del frío.
Para Marta, que ha tirado de sus padres para Andalucía en este puente desde Madrid y que no sabe por qué se les ocurrió Córdoba, también se trata de «una maravilla, la verdad», algo «impresionante».
Un aliciente más, fruto de la buena salud
No es de extrañar que el presidente de la Asociación de Amigos de los Patios Cordobesa considere que «la apertura de los patios en Navidad es un aliciente más para la ciudad de Córdoba» y que los Patios Cordobeses gocen de «buena salud».
El pasado miércoles se cumplió el décimo primer aniversario de la inclusión del modo de vida que representan los Patios Cordobeses en el Listado del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y se le reconoció que se trata de «un modo de vida colectivo sostenible, basado en el establecimiento de vínculos sociales sólidos y de redes de solidaridad e intercambios entre vecinos».
Tampoco hay que sorprenderse que de las cuatro declaraciones de Patrimonio de la Humanidad que tiene la ciudad, el alcalde de José María Bellido (PP), tenga a la de los Patios Cordobeses como «la fiesta que nos identifica en el mundo”.
Además de los Patios Cordobeses (2012), Córdoba posee esta distinción por la Mezquita-Catedral (1984), el Casco Histórico (1994) y el Conjunto Arqueológico de Medina Azahara (2018).