Pau Cubarsí, o cómo debutar en Champions haciendo un partido casi perfecto

El defensa del FC Barcelona Pau Cubarsi celebra la victoria del equipo blaugrana a la finalización del encuentro correspondiente a la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones que FC Barcelona y Napoles disputaron en el estadio Lluis Company, en Barcelona. EFE / Alejandro García.

Barcelona, 13 mar (EFE).- Efectivamente, el partido perfecto no existe. Pero si existiera se parecería mucho al que jugó el central del Barcelona Pau Cubarsí ante el Nápoles, en su debut en la Liga de Campeones.

El defensa del FC Barcelona Pau Cubarsí (d) lucha con el nigeriano Victor Osimhen, del Nápoles, durante el partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones que FC Barcelona y SSC Nápoles disputaron en el Estadio Olímpico Lluís Companys. EFE/Alejandro García

Un encuentro que acabó con victoria azulgrana (3-1), Cubarsí como MVP y el Barça entre los ocho mejores equipos de Europa cuatro años después.

El defensa del FC Barcelona Pau Cubarsí (i) lucha con el nigeriano Victor Osimhen, del Nápoles, durante el partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones que FC Barcelona y SSC Nápoles disputaron en el Estadio Olímpico Lluís Companys. EFE/Alejandro García

Una noche en la que el Barcelona de Xavi se convirtió en el primer equipo de la historia en alienar a dos menores de edad en el once titular en una eliminatoria de Champions: Pau Cubarsí (17 años y 50 días) y Lamine Yamal (16 años y 243 días).

Además, otro chaval de la cantera, Fermín López, también fue titular y abrió la lata anotando su segundo tanto en la máxima competición continental con tan solo 20 años y 294 días.

Pero centrémonos en Cubarsí, de largo el mejor de los 29 futbolistas que pisaron el césped del Estadio Olímpico Lluís Companys, y que en su estreno en la Liga de Campeones se comió literalmente el nigeriano Victor Osimhen, uno de esos ‘nueves’ que son un hueso duro de roer.

En el defensa catalán confluyen la clase de Rafa Márquez, la salida del balón de Gerard Piqué, la anticipación de Carles Puyol y el desplazamiento en largo de Ronald Koeman.

Y es que, a sus 17 años, es mentalmente un superdotado. Su lectura defensiva, su sangre fría para afrontar cualquier tipo de emergencia y su impecable toma de decisiones a la hora de construir el inicio de la jugada saliendo desde atrás son un seguro de vida.

Para sus compañeros, a quienes les ha bastado haber coincidido con él en un decena de partidos para buscarle y darle el balón una y otra vez, y también para Xavi, como confesó tras eliminar al Nápoles.

«El resumen es que, cuando tiene la pelota Cubarsí, mis pulsaciones no suben. Esa es su mejor virtud. Estoy tranquilo cuando tiene la pelota un niño de 17 años. Eso no tiene precio. Y el Nápoles ha presionado, pero él siempre ha encontrado la mejor opción. Y cuando juega en largo, juega con sentido, no la tira por tirar. A sus compañeros le caen al pie. Para mí es una maravilla», opinó el técnico del conjunto azulgrana.

Pero Xavi no destacó solo su nivel futbolístico, sino su carácter y mentalidad: «Tiene el cerebro muy bien amueblado. Además es tranquilo, es pausado, es un chico muy humilde que nos pide vídeos para mejorar. La predisposición y el interés que tiene en mejorar le hacen cada día mejor».

Esas ganas de aprender y mejorar cada día, unidas a su innegable talento explican su irrupción meteórica en la élite del fútbol europeo.

Y es que el 11 de marzo de 2023, Pau Cubarsí jugaba los 90 minutos de la goleada del juvenil B del Barcelona contra el Unificación Bellvitge (5-2). Y un año y un día después, el central gerundense sentaba cátedra en el duelo en el que el primer equipo sellaba su pase a los cuartos de final de la Champions.

En 365 días, ha pasado de disputar encuentros del grupo 7 de la Liga Nacional Juvenil a ser una pieza imprescindible en el Barça de Xavi. ¿Cómo es posible? Solo hay que echar un ojo a las estadísticas que arrojó su juego ante el Nápoles para comprenderlo.

Impecable en tareas defensivas, según datos de BeSoccer Pro para EFE, Cubarsí recuperó 11 balones, despejó 6 e interceptó otros 5, bloqueó un tiro a puerta y ganó los 3 duelos defensivos y los 3 duelos aéreos que disputó: 100% de efectividad. Y todo eso sin hacer ni un sola falta en 90 minutos.

Y en ataque, dio 63 pases, con un 93% de acierto (12 de ellos en largo, con un 75% de acierto) y sufrió 6 pérdidas de balón, en casi todas ellas, estando exigido.

Fue el partido casi perfecto, el día D a la hora H de un adolescente de Estanyol que acaba de cumplir 17 años: Pau Cubarsí Paredes, un central destinado a marcar una época en el fútbol mundial.

Ginés Muñoz