Pelegrina, una ruta sencilla que mezcla la geografía con la historia.

Pelegrina, una ruta sencilla que mezcla la geografía con la historia.
Localidad de Pelegrina. Fuente: Ayuntamiento de Sigüenza.

Pelegrina, una pequeña pedanía situada a las orillas del río Dulce y sumergida en el barranco que durante años ha escarbado el río. El pueblo cuenta con apenas 15 habitantes, una pequeña población que disfruta de un gran paisaje.

Así, su situación geográfica es excepcional, ya que en torno al río Dulce se ha desarrollado vegetación y fauna tan especial que, desde el año 2000, la zona fue declarada Parque Natural. Sin embargo, su situación geográfica no es el único atractivo. Pelegrina cuenta en lo más alto del cerro en el que se asienta con una fortificación. Por todo ello, desde Vivir Ediciones se propone una ruta que combina cultura y naturaleza.

La ruta comienza en el Mirador Félix Rodríguez de la Fuente.

La ruta, la cual en la mayoría de su recorrido debe realizarse a pie, empieza en el Mirador Félix Rodríguez de la Fuente, un espacio en conmemoración de este aventurero que desde allí grabó varios capítulos de “El hombre y la Tierra”. También, se trata de un lugar desde el que se puede ver todo el Parque Natural del Río Dulce incluida la población de Pelegrina. A su vez, la altura a la que se encuentra, en lo alto del barranco, permite que se puedan observar tanto las aves que allí habitan como la cascada que preside el final del parque natural.

Pelegrina, una ruta sencilla que mezcla la geografía con la historia.
Vistas desde el Mirador Félix Rodríguez de la Fuente a la cascada de Gollorío. Fuente: Vivir Ediciones.

La segunda parada, es la histórica localidad de Pelegrina. Un espacio medieval que entre sus calles estrechas guarda una iglesia del siglo XII. El edificio es de estilo románico, pero en su interior hay vestigios de artesanos mudéjares. Al igual que la iglesia, al siglo XII también pertenece el castillo de Pelegrina. Una fortificación ideada en el pasado para vigilar el valle y que en el presente se puede contemplar su belleza a través de sus ruinas.

La ruta continúa por todo el camino que recorre el fondo del barranco. Un viaje que solamente se pueden realizar andando, ya que el camino no está habilitado para vehículos y, además, al tratarse de una zona protegida solo se permite su uso para acceder a Pelegrina.

El río Dulce, compañero durante todo el recorrido del barranco.

Caminando se puede contemplar el paraje y el río que transcurre durante toda la excursión a la derecha de los visitantes. No se trata de una vía fluvial cualquiera, el río presenta pequeños saltos de agua antes de llegar a la gran cascada y, además, posee zonas que forman acumulaciones de agua en las que está permitido el baño. Unos lugares muy adecuados para realizar descansos. Además, a mitad del camino todavía se conserva la caseta de Félix Rodríguez de la Fuente. Edificio en el que habitaba mientras se grababan los documentales.

Finalmente, el camino muere en la cascada del Gollorío. Un salto de agua que en el otoño suele tener poco caudal, pero que en el resto de las estaciones posee abundancia de agua. Una vez terminada la ruta, se puede disfrutar de otras localidades de la zona. A 15 minutos en coche desde Pelegrina se puede llegar a Sigüenza, una ciudad medieval que opta a ser declarada Patrimonio de la Humanidad.