Podemos ha cerrado el relevo de Pablo Iglesias al frente del partido, tarea que asume la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, con el apoyo del 86 por ciento de las bases que han votado, y con la petición a su militancia de «soñar» con un futuro mejor frente al odio que propugnan los partidos de la «foto de Colón».
Más de un millar de personas han asistido presencialmente a la cuarta Asamblea Ciudadana de Podemos, su Vistalegre IV, que ha puesto fin a la era Iglesias al proclamar a Belarra como secretaria general con los votos de 45.753 inscritos frente a los 53.167 que sirvieron para refrendar a Pablo Iglesias en su anterior congreso en mayo de 2020 (un 92 por ciento de los que votaron en aquella ocasión).
Junto a Belarra también ha sido elegidos 97 miembros de su equipo con quienes conformará la dirección, el Consejo Ciudadano Estatal y el Consejo de Coordinación -la ejecutiva-, en la que continúan los pesos pesados de la anterior etapa como Irene Montero, Pablo Echenique, Isa Serra, Rafael Mayoral o Juanma del Olmo.
Los nombres de la nueva dirección morada apuntan a una línea de continuidad con el proyecto que Iglesias ha abandonado al renunciar a toda actividad política tras los malos resultados de las elecciones autonómicas en Madrid.
Y las primeras palabras de Ione Belarra también enfocan a ello: «soñar» e «imaginar» un futuro mejor, defender los derechos sociales con vocación de convertirse en la primera fuerza progresista del país y de liderar el bloque de «dirección de Estado» que comparte con otras confluencias y fuerzas políticas «hermanas».
Ninguna de estas promesas suenan nuevas en Podemos, ni tampoco la denuncia de que «España no se merece una oposición» que lleva el «odio» a la Plaza de Colón junto a la extrema derecha.
Lo nuevo que quiere aportar Belarra es dejar atrás el hiperliderazgo que ejercía Iglesias, construir un partido más «coral y plural», con una feminización «absoluta» para la que se ha rodeado de las mujeres con más visibilidad de Podemos, y recuperar la implantación territorial perdida, que le ha costado a la formación morada una pérdida de apoyos paulatina en cada una de las últimas elecciones a las que ha concurrido.
Está por ver que lo consiga, pero el reto no es fácil, más cuando la sombra de Iglesias, de su poder y carisma político y mediático, aún resuenan con fuerza en la formación morada.
La cuarta Asamblea Ciudadana de Podemos le ha despedido este domingo con un vídeo-homenaje con los momentos más relevantes de la historia política de Iglesias y la consiguiente ovación desde las gradas.
Agradecimiento que ha precedido al de la nueva secretaria general. En su primer discurso como líder del nuevo Podemos, Belarra ha incluido un contundente reconocimiento a Iglesias por la enseñanza de que «un militante debe estar allí donde sea más útil».
«Gracias, Pablo Iglesias. Aquí seguimos. Esta siempre será tu casa», ha apostillado entre el aplauso de los inscritos.
Despedían a su carismático líder sin que él haya sido testigo porque, para no «tutelar» liderazgos, Iglesias ha optado por no hacer acto de presencia y ha sido el gran ausente en el cuarto congreso del partido que fundó y que ha puesto fin a su mandato.
Para compensar, Belarra ha contado con el apoyo de dirigentes de otras fuerzas políticas aliadas internacionales y nacionales, entre ellos el coordinador federal de IU, Alberto Garzón; y los mensajes grabados de la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, por parte de Unidas Podemos; de la vicepresidenta de la Comunidad Valenciana, Mónica Oltra, de Compromís; y de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
Con todos ellos, quiere Belarra aunar fuerzas para impulsar un bloque progresista de Gobierno liderado por Podemos.
Y hasta la música final de esta asamblea parecía que quería hablar del futuro de los morados, cuyos militantes se han despedido coreando el famoso «No estaba muerto, estaba de parranda» e incluso el «Busco un centro de gravedad permanente» del recientemente desaparecido Franco Battiato.
Fuente: © EFE 2021