El proyecto propicia facilitar más espacio de aparcamiento en la vía pública y demuestra la conciencia cívica ciudadana.
La Policía Local retiró el pasado año de las vías urbanas de la ciudad un total de 64 vehículos abandonados, gracias al programa ‘La calle no es un desguace’ que se inició en la ciudad hace más de una década.
El número ha descendido con respecto a 2019, cuando se retiraron 106. “Este dato a la baja implica que la ciudadanía cada vez está más concienciada y recurre a los cauces de los que dispone para no dejar su viejo coche ocupando una plaza de aparcamiento. A la vez evita una imagen de deterioro y de posible inseguridad por el mal estado de algunos vehículos”, explica la concejala responsable de Seguridad Ciudadana, Raquel Carvajal.
Mediante esta iniciativa, el Ayuntamiento brinda la oportunidad a la ciudadanía de que ceda su vehículo viejo al Consistorio y los agentes locales lo retiran de las calles para su traslado y tratamiento como residuo por una entidad autorizada.
La edil responsable de Seguridad aclara que este trámite se puede realizar desde las oficinas de la Policía Local, ubicadas en el Ayuntamiento, aportando la documentación del automóvil, el DNI del titular y la firma del acta de cesión.
La efectividad progresiva de este programa, además de constatar la conciencia cívica, contribuye al mantenimiento y conservación del medio ambiente, ya que estos autos son considerados como residuos sólidos, y permiten que existan en la vía pública un mayor número de plazas disponibles para el aparcamiento.