Madrid, 11 ene (EFE).- La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha apelado a Doñana y a los pactos entre gobiernos como claro ejemplo de colaboración y entendimiento para solucionar crisis medioambientales que no deben ser «nunca un florero decorativo».
En un acto público celebrado este jueves en Nueva Economía Fórum, y rodeada de varios miembros del Gobierno, la ministra ha calificado de «buena noticia» el que las administraciones sean capaces de superar sus diferencias y encontrar la manera en la que poder trabajar juntos.
Durante su intervención, la vicepresidenta ha destacado que en el caso de Doñana, la «catedral medioambiental» por excelencia, el acuerdo entre el Gobierno Central y la Junta de Andalucía ha supuesto un plan socio-económico que prioriza el impacto en las comarcas próximas a Doñana con los ayuntamientos y los regantes, para poder identificar de forma precisa sus prioridades.
«No se trata de dar un cheque y olvidarse del problema», ha precisado Ribera, quien incide en que se trata de «sembrar, cuidar, considerar y facilitar» soluciones que puedan pervivir y crecer por su cuenta y que además sean compatibles con las condiciones de cada espacio.
En este punto, la ministra ha hecho alusión a la falta de agua que padece Doñana y por extensión numerosas cuencas de toda la península en especial en Cataluña y en Andalucía y que, a día de hoy, se encuentran en una situación «difícil», por lo que ha reiterado su apoyo en «el supuesto de que necesiten más medidas».
«Hay que tener cuidado, no se puede prometer el agua que no existe, no se puede jugar a la ligera con el agua, es un tema muy sensible para todos», ha añadido la ministra, quien ha pedido a todos los consumidores ser «más cuidadosos» en la manera en la que se comparte y consolidan los usos del agua.