Valladolid, 31 ago (EFE).- El diestro peruano Roca Rey ha cortado cuatro orejas y se ha convertido en el gran triunfador de la segunda corrida de abono de la Feria de San Antolín de Palencia, en la que Tomás Rufo ha paseado un trofeo y José María Manzanares se ha ido de vacío tras una discreta actuación.
Corrida Goyesca en homenaje a los cincuenta años de alternativa del torero palentino Félix López “El Regio”, que al terminar el paseíllo recibió una placa conmemorando la efeméride, en medio de una calurosa ovación de una plaza en la que se notó el tirón en la taquilla de Roca Rey.
El diestro peruano formó un alboroto en el segundo de la tarde ya desde que se abrió de capote, se notaba que la gente estaba con él, muy celebrado su quite por saltilleras.
Se echó el limeño de rodillas en el centro del platillo, para iniciar una faena en la que exprimió la buena condición del de Cuvillo, que embistió con nobleza y recorrido. Faena rotunda por el derecho, cimentada en el temple y la ligazón, y epilogada con circulares invertidos entre los pitones, lo que terminó de explosionar el ya encendido ambiente. Estocada hasta los gavilanes.
Anteriormente Manzanares no pasó de correcto con un “Gavilán” que empujó romaneando en el caballo, pero al que luego le faltaron finales en sus embestidas. Templado el alicantino, sin embargo, crispado por momentos, no se terminó de acoplar.
Tomás Rufo, espoleado por el triunfo de Roca Rey, firmó una gran faena al tercero, de excelente clase, noble y con gran fijeza pero a menos, le faltó fondo. Había banderilleado con gran eficacia Andrés Revuelta. Puso los cimientos de su obra en el inicio abriéndole los caminos a “Pocarropa” a media altura.
Perfecto en su colocación y la planta asentada, consiguió torear muy despacio al natural Rufo en el tramo final del trasteo. El desacierto con la tizona le privó de trofeo.
Con el cuarto, de escaso recorrido en la muleta, Manzanares tiró líneas en una labor sin eco en la que no se confió en ningún momento.
El quinto, atacado de carnes, resultó bruto en su embestida. Lo citó Roca Rey en la larga distancia aprovechando la inercia. Excesivos resultaron los tiempos muertos entre tanda y tanda, un continuo volver a empezar. Faena con altibajos en la que hubo pasajes estimables y otros de menor brillo.
Metió la mano con habilidad en la suerte suprema. Un auténtico despropósito la concesión del segundo trofeo.
Rufo hizo un esfuerzo en el que cerraba plaza, un toro muy apagado en su embestida, esperando con la cara entre las manos. Eligió el de Pepino (Toledo) la corta distancia, cruzándose al pitón contrario para sacar con sacacorchos las embestidas del animal.
FICHA DEL FESTEJO
Seis toros de Núñez del Cuvillo, desiguales de presencia, pobres de cara, y de juego dispar, destacando segundo y tercero, de gran clase y nobleza; deslucido resultó el cuarto, bruto el quinto y apagado el sexto.
José María Manzanares, de azul noche y azabache: estocada desprendida (ovación); pinchazo y estocada desprendida (silencio).
Roca Rey, de burdeos y azabache: estocada contraria (dos orejas); estocada (dos Orejas).
Tomás Rufo, de gris perla y azabache: dos pinchazos y estocada desprendida (ovación); pinchazo y estocada caída (oreja).
Entre las cuadrillas destacó en banderillas Andrés Revuelta en el tercero.
La plaza ha registrado algo más de tres cuartos de entrada en tarde de veraniega temperatura.
Pepe Estévez