Tarragona, 18 nov (EFE).- El rockero madrileño Rosendo Mercado cuenta su vida en «Quiero que sueñes conmigo», un libro que recoge el sinfín de entrevistas que los periodistas y rockeros Kike Babas y Kike Turrón le hicieron a lo largo de su vida, ahora recopiladas.
Con prólogos de Moncho Alpuente, Nancho Novo, Josele Santiago (Los Enemigos) y Kutxi Romero (Marea), en «Quiero que sueñes conmigo» (Bao Bilbao Ediciones) Rosendo relata en primera persona su trayectoria vital y artística a Kike Babas y Kike Turrón, que han reorganizado todas las entrevistas que le hicieron a lo largo de más de dos décadas de relación, conversaciones que en su momento fueron la base para libros, documentales y entrevistas en radio, prensa y televisión.
Los textos muestran la integridad, honestidad y humildad de las que ha hecho siempre gala el padre del rock urbano en español, respuestas directas y sinceras en las que, más allá de desmenuzar su propia biografía, Rosendo ofrece las claves para entender qué hay detrás de cada una de sus emblemáticas canciones.
Una edición de lujo con tapa dura y más de 300 páginas y 400 imágenes a todo color que narra cómo aquel chaval de pelo largo, un hippy melenudo, hijo de zapatero, criado en el madrileño barrio de Carabanchel y que se ganaba la vida haciendo botas de vino, terminaría siendo un referente del rock en castellano.
Cronológicamente, Rosendo explica cómo se compró su primera guitarra, su primer grupo serio, Fresa, su intención de componer canciones propias, su breve paso por Ñu junto a José Carlos Molina, su servicio miliar en El Aaiún y su boda en 1977 con su novia de siempre y su aún mujer, con la que se retiró hace unos tres años al pueblo burgalés natal de ella.
Cuenta Rosendo cómo en 1978 fundó Leño con Ramiro Pernas y el tarraconense, ya fallecido, Tony Urbano, grupo que funcionó hasta 1983, tiempo en el que editaron tres discos y un elepé en directo y grabaron clásicos como «El tren», «Este Madrid», «Corre, corre», «Maneras de vivir», «Sorprendente» o «Entre las cejas», y participaron en la gira de Miguel Ríos «El rock de una noche de verano» junto a Luz Casal.
Luego relata Rosendo el inicio de su carrera en solitario, de 35 años de duración, durante la cual publicó una quincena de álbumes, alternando el formato de trío con el cuarteto, desde el primero, «Loco por incordiar», hasta otros como «Fuera de lugar», «Canciones para normales y mero dementes», «A veces cuesta llegar al estribillo», «Vergüenza torera» o el último, «De escalde y trinchera».
Ello le permitió seguir viviendo de la música con un estilo inconfundible basado en letras directas, riffs de guitarra, una voz característica, su melena y una nariz prominente, aupado en canciones como «Agradecido», «Aguanta el tipo», «Muela la muela», «Mala vida», «Flojos de pantalón», «Jugar al gua», «Aguanta el tipo», «Deja que les diga que no» o «Pan de higo».
Distinguido con las Medallas de Oro de las Bellas Artes y la Medalla de Oro de la ciudad de Madrid, actuó en Oceanía representando al rock and roll patrio, tocó hasta seis veces en la madrileña Plaza de las Ventas y se despidió en el Sant Jordi Club barcelonés en diciembre de 2018.
Desde entonces, solo salió de su retiro burgalés en marzo de 2021 para tocar la canción «No hay tregua» en el disco de homenaje a Boni, fallecido bajista de Barricada.
Rafa Quílez