Madrid, 30 nov (EFE).- El Representante Especial de la ONU para la Verificación de la Paz en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, conminó este jueves a redimensionar el valor de los acuerdos firmados en ese país hace siete años, y destacó el mensaje que lanza al mundo: el de la resolución de conflictos a través del diálogo.

Ruiz Massieu, de visita en España, participó hoy en la Tribuna EFE – Casa de América y en ella valoró el hecho de que el de Colombia sea quizá, el «último gran acuerdo cooperativo de paz que tiene el mundo», además de destacar los siete años que lleva vigente, por encima de la media habitual en otros casos.

«Yo creo que a veces perdemos de vista esto o quizá nos llega como parte de la normalidad», dijo el mexicano sobre unos acuerdos que fueron «muy complejos», pero que a su juicio avanzan en algunos aspectos, como en la «inclusividad» y la participación de muchos actores, entre ellos la sociedad civil, que han consolidado un proceso «muy sólido».

Sin embargo, reconoció que en estos momentos en la implementación de la paz, planteada a quince años vista, hay aspectos que «han progresado más que en otros», algo que achacó a los diferentes gobiernos (tres distintos desde 2016) que han pasado desde su firma.

Con el actual, encabezado por Gustavo Petro, según el representante de la ONU, se ha avanzado «mucho» en la incorporación a la sociedad «del 87% de los guerrilleros». También, en que la guerrilla es hoy un partido político que trabaja en la normalidad democrática colombiana: «La sociedad se está acostumbrando a esto», dijo.

La reforma rural, prioritaria

Igualmente, continuó, hay otros elementos que se han quedado rezagados y que invitan a las partes y a Naciones Unidas a seguir haciendo esfuerzos, como el origen del conflicto, y la deuda histórica con el campesinado colombiano a través de la reforma rural, «que hay que priorizar».

Ruiz Massieu explicó que ese asunto es ahora fundamental para Petro y destacó que en los presupuestos hay un 60% más de recursos para los temas agrarios y se hace especial hincapié en el plan de desarrollo de Colombia y en la adjudicación y formalización de tierras para los campesinos «también hay avances».

«Estamos hablando aún de miles de hectáreas y las metas son muy lejanas: siete millones de hectáreas en materia de formalización y tres millones en adjudicación para campesinos. También la adjudicación de tierras a los excombatientes para facilitarles el proceso de reincorporación», recordó.

El representante de la ONU señaló también que el de la seguridad de los exguerrilleros es el «más importante y preocupante» para Naciones Unidas, ya que «rebasan los 400 asesinatos» después de la firma de los acuerdos.

Entre las razones que esgrimió está la «limitada presencia estatal en los territorios», lo que provocó que diferentes grupos armados se fortalecieran, y por eso «cualquier solución para nosotros tiene que contemplar una mayor presencia del Estado» en esos lugares.

También señaló como importante la estigmatización de quienes pertenecieron a los grupos armados, «que es menor que anteriormente», ya que hay mas aceptación, pero sigue presente en algunos ámbitos.

Voluntad social y de las guerrillas

Siete años después de la firma de los acuerdos, Ruiz Massieu asegura que, pese a la polarización social inicial, «hemos visto una evolución, también a la posibilidad de que se dialogue con otros grupos armados».

Esa voluntad existe también por parte de otras guerrillas, a pesar de que «en las mesas de negociación siempre se respiran ciertos momentos que corresponden a estrategias de negociación, porque cada uno tiene el objetivo de obtener resultados más cercanos a sus ideales».

«Pero en los diálogos con nosotros lo importante es la voluntad de paz, que sí la hemos atestiguado, particularmente con el ELN», precisó.

Respecto a ese proceso de diálogo que hoy se retoma en México el representante de la ONU ve «posibilidades de avanzar», a pesar de que haya habido «momentos críticos» como el secuestro del padre del futbolista colombiano Luis Díaz.

Ese acontecimiento «ha visibilizado un tema que ha sido muy doloroso para la sociedad colombiana, lo que ha revivido muchas heridas y la necesidad de tener conversaciones profundas para suspender esa actividad criminal».

Ruiz Massieu considera «muy difícil» pronosticar el éxito de los esfuerzos, pero vemos la voluntad en la mesa y en acuerdos parciales y eso nos da el optimismo de que durante este gobierno se pueda llegar a un acuerdo».