Redacción deportes, 5 ene (EFE).- Carlos Sainz, piloto español que ha ganado en cuarto ocasiones el Rally Dakar, admitió este domingo que la primera parte de la etapa de 48 horas fue de “mal en peor”, después que, junto con su copiloto, Lucas Cruz, sufrió un vuelco que dejó bastante dañado el Ford.
Tras recibir la ayuda de su compañero de equipo Mitchell Guthrie, logró reanudar la marcha con varios desperfectos en la carrocería y la visibilidad se vio reducida debido a la rotura del cristal delantero, a lo que se unió que el motor comenzó a sobrecalentarse.
A pesar de las dificultades, consiguió llegar al campamento donde pasarán la noche, perdiendo casi una hora, para continuar la etapa este lunes.
Carlos Sainz comentó en un comunicado los problemas sufridos y apuntó: “Fue una etapa bastante complicada, porque después de volcar en una duna cortada, pudimos continuar gracias a la ayuda de nuestro compañero Mitchell. Pero luego tuvimos más problemas, el coche se calentó, no veíamos bien por el cristal roto y pinchamos, por lo que el día fue de mal en peor”, indicó.
