Belgrado/Budapest, 26 jun (EFE).- La Justicia serbia ha puesto en libertad a los tres policías kosovares que detuvo el pasado día 14, desatando una nueva oleada de tensiones con Pristina.
Los agentes deberán igualmente ser juzgados en Serbia, según informó el Tribunal Superior de Kraljevo (centro de Serbia) en un comunicado, emitido poco después de que el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, anunciara la inminente liberación, que había exigido tanto Pristina como la Unión Europea (UE).
«El presidente serbio, Aleksandar Vucic, acaba de informarme de que, en conformidad con mi petición en nuestra reunión de la pasada semana, las autoridades serbias pondrán en libertad en breve a los tres policías kosovares detenidos anteriormente», escribió Orbán en su cuenta de Twitter.
El jefe del Gobierno magiar agregó que aprecia el paso dado por Vucic como una «clara prueba de la cooperación estratégica» entre Serbia y Hungría, y del compromiso de ambos con «la paz y la estabilidad de los Balcanes».
La liberación de los agentes kosovares había sido pedida también por la Unión Europea (UE).
La policía de Serbia había informado el 14 de junio sobre la detención en territorio serbio de tres policías especiales de Kosovo bajo la sospecha de planear un acto terrorista, arrestos que Pristina tildó de «secuestros» al asegurar que los agentes fueron capturados en suelo kosovar.
Dos días más tarde, la Fiscalía les acusó de posesión de armas, por lo que deberán ser juzgados.
Las tensiones entre Belgrado y Pristina aumentaron a finales de mayo por el rechazo de los serbokosovares a aceptar alcaldes albanokosovares en los cuatro municipios norteños donde se concentra la minoría serbia.
Los alcaldes fueron elegidos en votaciones boicoteadas por los serbokosovares, que protestan a diario frente a los Ayuntamientos de tres de esos municipios.
Los arrestos de los policías kosovares llevaron a una nueva escalada, en la que el Gobierno de Kosovo llegó a prohibir la entrada de mercancías serbias.
La Unión Europea (UE) exige a Pristina que los alcaldes ejerzan sus cargos en otros edificios hasta que se celebren nuevas elecciones en las que pide la participación incondicional de los serbios.
También exige la retirada de los policías especiales kosovares de las sedes de los Ayuntamientos del norte y sus alrededores, así como la simultánea retirada de los manifestantes serbios.
La UE media en el difícil diálogo para normalizar las relaciones entre Serbia y Kosovo, antigua provincia serbia cuya independencia, autoproclamada en 2008, Belgrado no reconoce.