Madrid, 5 sep (EFE).- El movimiento ciudadano SOS Rural ha expresado su alarma por la falta de regulación en la instalación de placas solares en tierras de cultivo debido al efecto de los pesticidas y el recalentamiento del suelo que producen los paneles fotovoltaicos «que esterilizan el campo y aumentan el riesgo de incendios».
El descontrol en la proliferación de plantas fotovoltaicas ha producido ya una alteración del medio natural debido a los pesticidas agresivos que se esparcen para evitar que crezcan plantas en las placas y al recalentamiento del suelo por el nuevo uso que no sólo incrementa la amenaza del fuego, sino que transforma el campo «en un paisaje yermo», según un comunicado facilitado por esta entidad.
SOS Rural reclama «un marco regulatorio nacional que aborde el descontrol sobre unas mega plantas fotovoltaicas» que, al sustituir la actividad agrícola por la industrial conduce a «un impacto medioambiental tremendo» al convertir el suelo en «inerte, recalentado y estéril para el cultivo de alimentos» y extender así tanto la desertificación como la desaparición de especies de fauna y flora autóctonas.
Más de mil incendios
En cuanto al riesgo de incendios «cada vez más expertos expresan su preocupación por un problema que no para de crecer», ya que en 2022 y 2023 se produjeron «más de 1.000 incendios» en este tipo de plantas, la mayoría de ellas en su primer año de vida, y el verano actual «ha estado repleto de fuegos en instalaciones fotovoltaicas».
La organización precisa que «comunidades autónomas como Extremadura han sufrido especialmente, tras incendios como el de este verano de la planta de Talaván (Cáceres) que afectó a unas 870 hectáreas de superficie de pasto» y recoge las advertencias de los bomberos extremeños respecto a que estos fuegos presentan «un mayor desafío por las dificultades de acceso de vehículos de gran tamaño a las plantas solares».
Por ello pide seguir el ejemplo de Italia, cuyo Gobierno ha prohibido la instalación de placas solares en tierras agrícolas «regulando el 'alicatado' masivo del campo» y dando prioridad tanto a la protección de agricultores como al equilibrio ecológico.
SOS Rural concluye advirtiendo de que «lo último que necesita un país como España son hectáreas de suelo fértil transformadas en suelo recalentado que incrementa las posibilidades de que se produzcan incendios en un país tan castigado por el fuego”.