Londres, 19 dic (EFE).- El primer ministro británico, Keir Starmer, defendió el balance del medio año que lleva al frente del país, en una comparecencia ante el comité de enlace parlamentario en la que se enfrentó al interrogatorio de diputados de la oposición y de su propio partido.
Preguntado por la presidenta de la comisión, Meg Hillier, si habría hecho algo de manera diferente en sus seis meses en Downing Street, Starmer, que sufre bajos niveles de popularidad tras la abrumadora mayoría que obtuvo en las elecciones de julio, replicó que «no».
«Hemos tenido que hacer cosas duras, estamos siguiendo en ello y estoy satisfecho de estar dando resultados desde una posición de poder», señaló.
El primer ministro defendió el criticado Presupuesto que su ministra de Economía, Rachel Reeves, presentó en octubre: «Se diseñó para estabilizar la economía y crear las condiciones necesarias para la inversión».
También reconoció que tendrán que acometer reformas importantes en la planificación urbanística, especialmente regulatorias, para alcanzar los objetivos de construcción de vivienda que se han marcado, de unas 300.000 nuevas casas al año.
«El mensaje que he obtenido claramente no es solo que hay mucha regulación en el Reino Unido, sino que también es inconsistente porque nuestros reguladores tiran en direcciones ligeramente opuestas», agregó.
Volvió a achacar la responsabilidad de los aumentos de impuestos al «agujero» fiscal de 22.000 millones de libras (26.500 millones de euros) heredados del anterior Gobierno conservador.
«Cuando hicimos la auditoría de las cuentas, la ministra (de Economía, Rachel) Reeves y yo teníamos que tomar una decisión: ¿Hacemos como si no existiera, pasamos de largo y seguimos con la ficción? ¿Arreglamos los cimientos? Sentí firmemente que debíamos arreglar los cimientos», dijo.