Películas de los años veinte, los primeros teléfonos de campaña, esculturas de Eduardo Chillida, cuadros de Juan Gris y una bobina de Marconi son piezas que dialogan en la exposición «Conexiones en la Colección Telefónica», seleccionadas entre las obras más importantes propiedad de la compañía de telecomunicaciones.
Desde su inauguración hoy y hasta el próximo 25 de septiembre, se podrá visitar de forma gratuita en la tercera planta de la Fundación esta muestra que, de manera no cronológica y divida en seis espacios diferentes, repasa y une los tres pilares de la colección: el legado tecnológico, artístico y documental, no solo en España sino en toda Latinoamérica.
A través de casi 200 piezas la exposición sumerge al espectador en una red de relaciones que recorren los vastos fondos artísticos, tecnológicos e históricos de la compañía.
Entre otras, se encuentran 36 piezas tecnológicas desde los inicios de la compañía, un fondo documental con más de 50 fotografías y vídeos de otras épocas y 90 obras de arte plástico.
El discurso de la exposición se centra en mostrar las conexiones entre el arte y la ciencia, dando sentido al diálogo que se establece entre los diferentes elementos con el resto de obras y piezas de cada sala.
Entre las obras más destacadas se encuentran «Downtown», una escultura de Eduardo Chillida que imita los rascacielos de Nueva York, las obras cubistas de Juan Gris, Albert Gleizes o Maria Blanchard, que se han recuperado del préstamo al Museo Reina Sofía, o piezas del escultor Juan Muñoz.
También se pueden ver obras de Marina Abramovic o Joan Fontcuberta, junto a instantáneas de valor histórico del fotógrafo Alfonso. Así, se muestran películas y fotografías de los reportajes encargados por Telefónica en los años veinte para captar esa modernización de las ciudades que discurrió de manera paralela a la expansión de la red de telefonía.
Como ejemplo, se encuentra «Verres, journal et bouteille de vin» de Juan Gris, obra que introduce referencias literales a dos avances que habían transformado la vida de las urbes modernas: la prensa y las telecomunicaciones.
En el plano tecnológico también se encuentras piezas únicas, como el teléfono de disco de la Western Electric Company de 1925, idéntico al que uso Alfonso XIII en la inauguración del servicio telefónico entre España y América, o la bobina de Marconi.
Carteles publicitarios y un audiovisual sobre las instrucciones de uso del teléfono, imágenes de las operadoras realizando su trabajo y una centralita de 1928 conviven con obras contemporáneas como «Condição humana» de Jorge Molder, «Whispers» de Shirin Neshat o «O Abraço» de Helena Almeida, que reflejan la importancia de transmitir emociones y sensaciones a través de la gestualidad.
Las seis divisiones que se establecen dentro de la muestra repasan e indagan alrededor de la comunicación, sus signos y códigos, la importancia de la voz o los gestos, o incluso sus problemas y averías (la incomunicación).
Además de estas secciones, la exposición cuenta con un programa educativo dentro de la propia sala, donde se organizarán debates, talleres y actividades gratuitas para todos los públicos con el fin de comprender e interactuar con la muestra.
Madrid, 23 feb (EFE)