Tintín visita por primera vez España para mostrar a su padre artístico, Hergé

Una mujer visita la exposición “Hergé. The exhibition” que se puede visitar en el Círculo de Bellar Artes de Madrid desde este miércoles y hasta el 19 de Febrero. EFE/ Javier Lizon

Madrid, 5 oct (EFE).- De niño Georges Remí, Hergé, solo se portaba bien cuando tenía un lápiz entre las manos, una actitud que ya definió lo que años después sería, el creador de uno de los mayores iconos del siglo XX, Tintín, ese reportero que recorrió el mundo y que ahora pisa por primera vez Madrid para ahondar en la figura de su creador.

Un hombre visita la exposición “Hergé. The exhibition”, que se puede visitar en el Círculo de Bellar Artes de Madrid desde este miércoles y hasta el 19 de Febrero. EFE/ Javier Lizon

Aunque inevitablemente es éste «huérfano libre», según lo definió el propio Remí, el que llevará al visitante de la mano por la exposición «Hergé», el protagonista es su creador, el hombre que eligió la viñeta antes que la pintura, su otra gran pasión que volcó en las historias de este periodista que han sido traducidas a cerca de 130 lenguas y dialectos.

Vista de la exposición “Hergé. The exhibition” que se puede visitar en el Círculo de Bellar Artes de Madrid desde este miércoles y hasta el 19 de Febrero. EFE/ Javier Lizon

Esta muestra que acoge el Círculo de Bellas Artes de Madrid (desde hoy y hasta el 19 de febrero de 2023) pone de manifiesto el joven de flequillo rubio se ha convertido en un icono que traspasa fronteras y lenguas. Porque si algo demostró Hergé es que, según destacan en la muestra organizada por «Sold Out», el «extranjero era amigo», y así lo dejó claro en todos los viajes que desde 1929 vivió a lo largo del mundo su reportero y su perro Milú.

En palabras de Nick Rodwell, administrador de la empresa que gestiona los derechos de la obra del artista, Moulinsart S.A, lo que se ve en esta exposición es solo el 10% de los fondos que tienen en el Museo Hergé (Bélgica), y lo único que ha salido de sus paredes con destino Madrid es el retrato que le hizo Andy Warhol en 1977. Lo que pone también de manifiesto también la faceta de coleccionista del belga (1907-1983).

En concreto, la muestra reúne más de 300 piezas originales del universo de Hergé entre las que se encuentran ilustraciones, planchas, primeras ediciones, bocetos, estudios, así como maquetas o lienzos propiedad del artista como «La catedral de Rouen» de Roy Lichtenstein.

Pero con el objetivo de mostrar quién era Hergé la exposición – que arrancó en París en 2015 y ha pasado por Quebec, Odense, Seúl, Shanghái y Lisboa- se detiene también en su faceta de publicista, de pintor, y de referencia para otros artistas del siglo XX.

Según ha reconocido también Rodwell, cuando esta muestra viajó a Shanghái no se llevó el montaje que sí se puede ver en Madrid: un muro con todas las portadas de Tintín y que en el centro tiene el ejemplar de «Tintín en el Tibet» con una «cruz roja china» que lo «asfixia». «Intentamos ser inteligentes», ha matizado.

Aunque fue el 10 de enero de 1929 cuando apareció la primera aventura de Hergé, «Tintín en el país de los Soviets», sus trabajos no llegaron a España hasta 30 años más tarde y de forma «desordenada». Fue en 1964 cuando se publicó en formato álbum de tapa dura a 70 pesetas, «una apuesta arriesgada» que dio frutos porque abrió paso al álbum de tapa dura, hasta este momento no utilizado en España.

Así lo ha explicado Juan Manuel Soldevilla, el escritor y «tintinófilo» quien ha resaltado las «dimensiones» de este protagonista de «talento extraordinario» que siempre tuvo en su despacho un cuadro de Miró: «el rostro de Tintín es un óvalo, es una abstracción pura».

Pero, ¿pasó Tintín por España?, pues aunque no la pisó, Hergé sí que lo puso a navegar cerca de las Islas Canarias en «Tintín en el Congo», un cómic que en España ya han leído más de tres generaciones y detrás de eso «solo puede haber un genio», ha resaltado.

Hergé, el «genio», se ha convertido también en uno de los protagonistas de las subastas ya que algunas de sus planchas han alcanzado los 2,5 millones de euros.

Pilar Martín