Madrid, 17 ene (EFE).- El paso de la borrasca Irene por la península mantiene este miércoles a toda España en alerta, salvo la Comunidad de Madrid y Canarias, por lluvias, intenso oleaje y por fuertes rachas de viento que oscilarán entre los 90 y 100 kilómetros por hora, informa la Agencia de Meteorología (Aemet) en su web.
Castilla y León tiene aviso naranja (riesgo importante) en la provincia de Burgos por rachas máximas de viento del oeste y suroeste que alcanzarán los 90 kilómetros por hora; En Ávila, Zamora y Salamanca hay aviso amarillo (riesgo) por lluvias y todas las provincias están en amarillo por viento.
Galicia mantiene la alerta naranja en A Coruña y Pontevedra por fenómenos costeros adversos con viento del suroeste de 62 a 74 Km/h (fuerza 8) y olas de 5 a 6 metros; en el resto de la comunidad persiste el aviso amarillo por lluvias, 40 litros en 12 horas, o por rachas de viento entre 70-80 kilómetros por hora.
La Rioja también ha activado el nivel naranja por rachas máximas de viento del suroeste de hasta 100 km/h.
En la mitad norte peninsular, las comunidades de Aragón, Asturias, Cantabria, Navarra y País Vasco están con aviso amarillo por vientos del suroeste que alcanzarán rachas máximas entre 70-80 kilómetros por hora, por lluvias con una acumulación cercana a 40-60 litros por metro cuadrado en 12 horas o por intenso oleaje.
A orillas del Mediterráneo, las Islas Baleares, Cataluña, Región de Murcia, Comunidad Valenciana y la ciudad de Ceuta continúan en amarillo por fenómenos costeros adversos, por vientos con rachas entre 70-80 kilómetros por hora o por lluvias con una acumulación cercana a 40-60 litros por metro cuadrado en 12 horas.
En Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía el aviso amarillo también dejará fuertes vientos o lluvias, mientras que en las provincias andaluzas de Almería, Cádiz y Huelva, además está activada la alerta por fenómenos costeros adversos con olas entre los 3-5 metros.
La Aemet avisa de que con la alerta naranja hay riesgo de fenómenos meteorológicos no habituales y con cierto grado de peligro para las actividades usuales, y con la amarilla no existe riesgo meteorológico para la población en general, aunque sí para alguna actividad concreta.