Gelves, 2 de mar (EFE).- Un contingente de ocho voluntarios de la escuela de Servicios Médicos de Asistencia de Urgencias (SAMU) de Gelves (Sevilla) parten este miércoles hacia la frontera sur de Ucrania para desplegar un dispositivo de atención a los refugiados que huyen de la invasión rusa que está padeciendo su país.
El equipo que se instalará en la localidad rumana de Tulcea, cercana a la frontera con Ucrania, está formado por un médico, tres enfermeros, dos trabajadores sociales y dos expertos en refugiados, que ya han participado en otras misiones similares como la de Polonia.
“Hemos estimado que estaremos tres semanas y nuestra labor será proporcionar asistencia sanitaria a los refugiados que están llegando a la frontera con Rumanía. No vamos a asistir a heridos de guerra”, ha indicado a los medios Borja González de Escalada, vicepresidente de la Fundación SAMU y jefe de la misión.
En la despedida de los miembros del contingente, la Fundación SAMU ha anunciado que habrá un segundo equipo que viajará hasta la frontera: “Haremos una labor de inteligencia con la intención de que el segundo equipo refuerce su labor allí y nos haga el relevo en un plazo de 21 días”.
“Vamos con mucho ánimo y una ausencia total de miedo, es un honor poder realizar esta tarea y ayudar en un momento tan complicado”, cuenta a EFE, Álvaro Grillo, el enfermero de 21 años y miembro más joven del contingente.
Clara Ávila, una de las enfermeras, ha precisado que la previsión es “encontrar muchas mujeres y muchos niños”, ya que los hombres entre 18 y 60 años están llamados a combatir.
Por ello, lo único que pretenden es abastecer sus necesidades y poder servirlos tanto sanitaria como socialmente.
La ONU cifra en más de 500.000, el número de personas que han huido de Ucrania y a Rumanía, país dónde se va a ubicar el equipo del SAMU, han llegado unas 67.000 personas.
La mayoría de estas personas no tiene acceso a cobertura sanitaria, educación, electricidad o refugio.