Nairobi, 1 nov (EFE).- Kithure Kindiki, el hasta ahora ministro del Interior de Kenia, tomó posesión de su cargo como nuevo vicepresidente del país este viernes en una ceremonia solemne en Nairobi, después de un inédito proceso de destitución contra su antecesor, Rigathi Gachagua.
«Agradezco al presidente (William) Ruto el honor que me ha concedido de servir a sus órdenes», dijo Kindiki durante su discurso en un acto presidido por la jefa del Poder Judicial keniano, Martha Koome, en el Centro de Convenciones Internacional Kenyatta (KICC, en inglés).
Cientos de personas acudieron al recinto desde primera hora de la mañana para presenciar el juramento, muchas de ellas ondeando pequeñas banderas nacionales kenianas, que combinan el rojo, el negro, el verde y el blanco.
«Lo que ha ocurrido en las últimas semanas y en los tiempos recientes es un testimonio de la madurez de nuestra democracia y de que nuestras instituciones funcionan», afirmó Kindiki, después de que Kenia viviera un acto sin precedentes en su historia con la destitución (‘impeachment’ en inglés) de Gachagua el pasado 17 de octubre.
También intervino en la ceremonia el presidente Ruto, quien propuso el nombramiento de Kindiki solo un día después del ‘impeachment’.
«Hermano, necesito tu voz y tu intelecto (…) Me he convertido en una voz solitaria en la Presidencia. Eres elocuente e inteligente, confío en que harás lo que me ha faltado durante estos dos años», desde su llegada al poder en septiembre de 2022, entonces con Gachagua como mano derecha, señaló el presidente keniano.
El mismo 18 de octubre, la Asamblea Nacional (Cámara baja del Parlamento) aprobó el nombramiento de Kindiki con el apoyo de 236 de sus 349 diputados, pero solo horas después, dos jueces kenianos dictaron órdenes cautelares para suspender tanto su designación como la resolución del Senado (Cámara alta) por la que se destituyó a Gachagua.
La toma de posesión del nuevo vicepresidente finalmente pudo producirse después de que un tribunal de tres jueces creado ‘ad hoc’ en Nairobi levantara ese bloqueo este jueves.
En su decisión, esta corte argumentó que «el actual marco constitucional no contempla ningún escenario en el que el cargo de vicepresidente permanezca vacante, excepto durante el breve periodo de tiempo requerido para cubrir el puesto».
Este proceso se alargó más de lo esperado porque Gachagua interpuso dos recursos que fueron finalmente rechazados: uno que cuestionaba el proceso por el que los tres jueces fueron seleccionados y otro que pedía que se recusaran por estar presuntamente sesgados.
Ahora, el citado tribunal seguirá con el proceso para evaluar los diversos recursos presentados contra el ‘impeachment’, que ascienden a más de treinta, según medios locales.
El pasado 8 de octubre la Asamblea Nacional dio luz verde a la destitución del ya ex vicepresidente, con 281 votos a favor de los 349 diputados, por lo que el procedimiento siguió adelante en el Senado.
Tras dos días de juicio político, los senadores también votaron a favor del ‘impeachment’ de Gachagua, quien no pudo defenderse en persona ante los parlamentarios porque se encontraba hospitalizado por intensos dolores en el pecho.
Así, 45 senadores o más votaron a favor de cinco de los once cargos que pesaban contra Gachagua, incluyendo corrupción, promoción de la discriminación étnica, insubordinación, intimidación y humillación hacia funcionarios públicos.
«Los once cargos no son más que malicia y ficción. Fue un juego político del presidente (Ruto) para deshacerse de mí», sostuvo Gachagua el pasado 20 de octubre.
«Creo que sólo necesitaba que lo ayudara a ganar las elecciones (del 9 de agosto de 2022) debido a mi capacidad de movilización y la fe que la región del Monte Kenia tiene en mí», alegó, en alusión a la región rica en votos de la que proviene y que comprende varios condados del centro y el alto oriente del país africano.
Si ninguna resolución judicial lo remedia, la destitución pone fin a la carrera política de Gachagua, de 59 años -vicepresidente desde 2022 y, de 2017 a 2022, diputado de la Asamblea-, pues no podrá ocupar ningún otro cargo público en el futuro.
Además, perderá todos los beneficios derivados de haber ejercido la vicepresidencia de Kenia.