Fermín Cabanillas
Sevilla, 24 oct (EFE).- Hasta hoy, detectar la presencia de legionela en el agua de unas instalaciones como un hospital o una fuente pública era un proceso en el que se tardaban 15 días como mínimo, pero ese proceso se ha reducido a solo un minuto gracias al ingenio ideado por una empresa sevillana, ‘Imangener’.
Se trata de un invento a nivel mundial que ha sido presentado en el 41 Congreso de Ingeniería Hospitalaria que se celebra esta semana en el palacio de congresos Fibes de Sevilla, y que ha sido posible gracias a la empresa matriz y su participada Sensactive Technology, que han conseguido “una novedad mundial bajo patente internacional”.
Lo explica a EFE el gerente de la empresa, Rafael Estévez, que, en esencia, señala que se trata de un equipo “de detección instantánea de patógenos de interés”, como pueden ser la bacteria de la legionela o E. coli, que pudieran estar presentes en el agua y, por consiguiente, en un hospital o en una fuente pública de cualquier plaza de cualquier pueblo o ciudad.
Patógenos que pueden ser letales
Estos patógenos son muy perjudiciales e incluso letales para personas en riesgo, y hasta ahora el peligro principal era que, desde que se analiza el agua hasta que se tenía el resultado pasaban 15 días, en los que la bacteria estaba presente pero no había sido detectada.
Estévez precisa que la legislación actual, “el real decreto que regula todo lo relativo a la legionela, exige una analítica mensual”, lo que supone realizar la toma de muestras, “trasladarlas después de un mes al laboratorio y tardar 15 días en tener el resultado”, pero ahora se ha conseguido “tener el resultado de forma inmediata, en menos de un minuto”.
El equipo dispone de unos sensores biológicos diseñados y patentados por la compañía sevillana, “que permiten detectar todo en una analítica en la propia instalación”, sin necesidad de desplazarse a un laboratorio, y da “la capacidad de actuar de forma inmediata en el caso que pudiera haber algún tipo de proliferación de microorganismos”.
Se resume en que el propio equipo puede no solo detectar la presencia de la legionela, sino activar los protocolos necesarios para eliminarla y seguir con el ciclo del agua en el centro donde se encuentre trabajando sin mayor problema.
Los datos van directamente al usuario
“Dispone de una plataforma de usuario de muy fácil interpretación, en la que se vuelcan todos los resultados minuto a minuto”, indica Rafael Estévez, de modo que desde el teléfono móvil de quien lo controle se puede analizar una alerta en concreto, y hasta “el software y el hardware que monta el propio equipo permite la posibilidad de determinar qué tipo de actuación se quiere hacer”.
Pone el ejemplo de que, en caso de alerta, se produzca un incremento de temperatura “para que pueda desaparecer esta legionela llegando a los 70 grados”, y el mismo equipo es capaz de, en el caso de detectar un positivo, “dar esa señal para tomar la medida correctora” que se precise, como, por ejemplo, “cortar los sistemas de riego para que no se siga regando con agua infectada” si se trabaja en una plantación agrícola.
Esta tecnología “va a salvar vidas y a revolucionar el sector del agua”, dice el gerente de la empresa que la ha creado, y añade que ya está trabajando y mostrando sus resultandos en el Hospital Virgen del Rocio de Sevilla o en la empresa municipal de aguas de Sevilla (Emasesa), así como en el Canal de Isabel II, en Madrid.
La idea es seguir implantando “nuevas instalaciones de este innovador sistema a lo largo del territorio nacional e internacional”, tras la presentación a nivel mundial que ha tenido lugar en el Congreso de Ingeniería Hospitalaria sevillano.