Bruselas, 29 ago (EFE).- La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, propuso este martes al popular neerlandés Wopke Hoekstra como comisario de Acción Climática tras la dimisión de su compatriota Frans Timmermans, hasta ahora vicepresidente ejecutivo a cargo del Pacto Verde Europeo, para presentarse a las elecciones en Países Bajos en noviembre.
«El señor Hoekstra mostró una gran motivación para el puesto y un gran compromiso con la Unión Europea. Además, cuenta con la experiencia profesional necesaria para este puesto, (…) ya que ha sido viceprimer ministro de los Países Bajos y ministro de Asuntos Exteriores desde 2022, y ministro de Hacienda de 2017 a 2022», señaló Von der Leyen en un comunicado.
«El señor Hoekstra subrayó durante la entrevista su compromiso de continuar con una política climática ambiciosa y de mantener un equilibrio social en todos los esfuerzos conjuntos necesarios en el camino hacia la neutralidad climática», añadió Von der Leyen.
Las responsabilidades ejecutivas de Timmermans, que hasta ahora coordinaba toda la labor climática de la Comisión Europea, han pasado al actual vicepresidente para Relaciones Interinstitucionales y Perspectiva, Maros Sefcovic, mientras que Hoekstra se quedará únicamente con la cartera de Acción Climática.
De esta forma, una importante porción de la política climática de la Comisión Europea pasará de manos de los socialdemócratas a las de los populares, que recientemente se alinearon con las fuerzas conservadoras y de ultraderecha en la Eurocámara para frenar la Ley de la Restauración de la Naturaleza, pieza clave del Pacto Verde Europeo.
El gesto no ha gustado en la bancada socialdemócrata en el Parlamento Europeo, que criticó que el cambio se produce «en el contexto de las recientes maniobras cínicas y populistas del PPE para aguar el Pacto Verde y descarrilar leyes clave».
En conversación con EFE, el vicepresidente del grupo socialdemócrata, Mohammed Chahim, señaló que para convencer a la Eurocámara tendrá que mostrar que es un candidato «de confianza» y sumarse a quienes quieren seguir aumentando la ambición climática tanto en la UE como en el resto del mundo y no a quienes quieren frenar las reformas y nueva legislación.
«No estamos ni a favor ni en contra de Hoekstra, pero no se le conoce como un gran defensor del clima o como un gran diplomático en solidaridad europea», señaló Chahim, que advirtió que su experiencia previa se ha centrado más en finanzas o asuntos exteriores que en políticas verdes.
Los socialdemócratas apuntan también a sus antecedentes en materia de solidaridad europea por su actitud en las primeras semanas de la pandemia de coronavirus, cuando rechazaba la emisión de deuda conjunta y llegó a pedir una investigación sobre las finanzas de países como España o Italia, que en ese momento pedían una acción común europea para hacer frente al impacto económico del virus.
Los líderes del grupo de la Izquierda Manon Aubry y Martin Schirdewan, por su parte, consideraron «muy poco deportivo» por parte del primer ministro en funciones neerlandés nombrar a un popular para sustituir a un socialdemócrata y pidieron a un «firme defensor» del Pacto Verde «para resistir los intentos de los conservadores y la extrema derecha de diluir la política climática».
En las próximas semanas, la comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo examinará la declaración de intereses financieros del neerlandés para determinar si podría incurrir en algún conflicto de intereses con su nuevo cargo.
Superado este trámite, tendrá que acudir a una audiencia ante, previsiblemente, la comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara, que evaluará su competencia general, compromiso europeo, independencia personal, conocimiento sobre la cartera climática y capacidades de comunicación.
Tendrá que convencer a al menos dos tercios de los coordinadores de la comisión que le examine para obtener una evaluación positiva del Parlamento Europeo y unirse a la Comisión Europea para lo que queda de legislatura.