Málaga, 14 nov (EFE).- El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha resaltado este jueves la necesidad de completar el proyecto de encauzamiento del río Campanillas y de construir una infraestructura para regular el caudal del río Grande tras las inundaciones registradas en la capital malagueña.
De la Torre ha señalado en rueda de prensa que hay que «tomar lecciones» de estas inundaciones como se hizo tras las de 1989, de las que se cumplen este jueves 35 años, y cuando hubo «dos ríos no regulados, el Grande y el Campanillas», ambos afluentes del Guadalhorce, «que hicieron un daño muy grande».
Por ello, se comprobó la necesidad de construir el embalse de Casasola en el río Campanillas, algo que se ejecutó, y de actuar en el río Grande, «que no se ha hecho», pese a ser «un río muy productivo en agua», por lo que con su control «se ganaría en seguridad», según el alcalde.
Ha subrayado que el desalojo preventivo de los vecinos de la barriada de Campanillas, junto al citado río, fue «prudente y acertado».
Los técnicos están elaborando un proyecto de encauzamiento en el Campanillas con una amplitud «para que pueda evacuar un caudal de 250 o 300 metros cúbicos por segundo», y que será «complementario» del embalse de Casasola, «que juega un papel esencial».
Ha precisado que ya existía un proyecto, «que era muy duro, con muros de hormigón», y actualmente se está modificando para que sea «más ambiental».
Esta actuación «es prioritaria por la seguridad de los vecinos de Campanillas y por la necesidad de un suelo preparado para construir viviendas, en el que no se puede construir mientras no esté asegurado el encauzamiento».
En concreto, en la margen izquierda del Campanillas se podrían construir más de 5.000 viviendas, pero ha insistido en que no se pueden ejecutar «si no hay seguridad de que la zona deja de ser inundable».
Por otra parte, respecto al río Guadalmedina, donde el alcalde proyecta crear ‘puentes-plaza’ para mejorar la conexión entre ambas márgenes, De la Torre ha asegurado que «no se hará nada sin las condiciones de seguridad, técnicas e hidráulicas necesarias, con las máximas exigencias y con el máximo consenso».
Ha recordado que el Guadalmedina está actualmente preparado en muchas zonas urbanas para un caudal de 600 metros cúbicos por segundo, y en partes más altas, hasta para 1.000 metros cúbicos, y además el embalse del Limonero, en su cabecera, «le da una seguridad enorme».
De la Torre ha reiterado que «es bueno unir una orilla y otra» y que en su proyecto de ciudad siempre ha «visto útil» que el espacio del centro histórico «se complementara con la orilla derecha del río».
A preguntas sobre daños en infraestructuras municipales como el Museo Ruso, ha admitido que «seguro» que habrá algunas goteras, como en la anterior dana registrada a finales de octubre, pero «se harán las reparaciones necesarias».