
Santa Cruz De Tenerife, 21 mar (EFE).- La compositora japonesa Yoko Kanno, autora de célebres trabajos para el anime y los videojuegos como «Cowboy Bebop», ha señalado este viernes que no necesita ver las imágenes de una historia para componer su música, pues la crea imaginándola en su cerebro, con su propio universo mental.
Yoko Kanno ha desvelado parte de su proceso creativo con motivo de un encuentro con los medios de comunicación a propósito de su participación en el Festival Tenerife Noir, donde esta tarde tiene previsto asistir al concierto «Cowboy Bebop Live!» a cargo de la Big Band de Canarias y con los solistas Esther Ovejero y Mery Afonso.
Se trata de la primera visita a España de la compositora nipona, quien, tras varios días de estancia en Santa Cruz de Tenerife, ha confesado que pensaba encontrar algo similar a Italia y se ha mostrado sorprendida del «profundo sentimiento de simpatía» que ha hallado al caminar sola por las calles y visitar el Mercado Nuestra Señora de África.
Del mercado le ha gustado especialmente el intenso olor a especias y la amabilidad de la gente, una atmósfera que le ha impresionado junto al «queso delicioso», según ha comentado entre risas en español.
Y probablemente de su visita a las islas, que prolongará mañana con su asistencia a otra representación de «Cowboy Bebop Live!» en el Teatro Guiniguada de Las Palmas de Gran Canaria, le surgirá alguna música nueva, pues le gusta caminar y trabajar sola e imbuirse de los ambientes, como el de Nueva York.
Caminando por la ciudad de los rascacielos «le fue calando la atmósfera y todo ello lo fue traduciendo a música», ha rememorado Yoko Kanno, quien también encuentra la fuente de inspiración al conocer gente, como ocurrió con la canción «Red lion», de sonoridad africana, tras conocer a personas de ese continente «e hice mía esa textura».
Y precisamente escuchar los temas de «Cowboy Bebop» (1998) en directo con la Big Band de Canarias la ha dejado «impresionada» porque ayer, en los ensayos en Tenerife, sintió «una muy buena energía» que está convencida que se verá «amplificada» ante el público, que ha agotado las entradas.
La banda sonora que mayor fama le ha reportado es básicamente una apuesta clara y decidida por el jazz junto a ritmos de «western» y ópera añadidos por Kanno y que funcionan «perfectamente», como en el tema central del «Cowboy», «Tank».
Al poner un ejemplo de compositor que le ha servido de referencia, Yoko Kanno cita al italiano Ennio Morricone, con una forma de trabajar muy similar a la suya ya que usualmente presentaba la música ya hecha y eran estos sonidos lo que servía de inspiración a los directores para crear las imágenes.
También le gusta cantar pero es reticente a hacerlo delante del público, ha admitido la compositora de «Ghost in the shell», y por ello ha recurrido a su «alter ego» Gabriela Robin, un seudónimo con el que se siente libre como vocalista.
«Quiero libertad (creativa) pero es difícil cuando trabajas en el audiovisual», ha proseguido Kanno, quien ha precisado que no leía cómics manga cuando era pequeña.
Pero entró en contacto con el mundo del anime y los videojuegos después de que un director de estos últimos oyese una composición suya en una exposición, y la contrató para un trabajo.
No obstante, puntualiza que siempre se aproxima creativamente de la misma manera a los trabajos, bajo su propio mundo personal, pues no tiene especial afinidad con la ciencia ficción, por lo que le resultó «difícil» meterse en «Ghost in the shell», y definitivamente «odia la violencia y la sangre».