Madrid, 5 jul (EFE).- Después de una precampaña embarrada por el choque entre Podemos y Sumar, Yolanda Díaz afronta estas dos semanas con el reto de superar los 38 escaños que obtuvo Unidas Podemos, Más País y Compromís en 2019, y convertirse en la tercera fuerza para poder repetir el Gobierno de coalición con Pedro Sánchez.
Por ahora las encuestas, si bien mejoran estos últimos días las perspectivas del PSOE y de Sumar, aún sitúan a este bloque en la derrota.
El arranque de la coalición de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo le ha lastrado el «ruido» que ha generado la polémica por el veto a Irene Montero en las listas y la configuración de las candidaturas, en las que los morados se sienten relegados y ven amenazada su representación en el Congreso.
Una bronca a la que ha contribuido en buena parte la crítica permanente del exsecretario general de Podemos Pablo Iglesias, que no se ha dejado ni un ataque contra Díaz en el tintero.
Pero una vez cerrado ese capítulo, aunque haya sido en falso, y con propuestas concretas ya sobre el tablero, como la jornada laboral de las 32 horas semanales o la herencia universal para jóvenes de 20.000 euros, los sondeos les están empujando hacia arriba.
También los que maneja Sumar, que se agarra a la campaña y a los debates electorales para aumentar su base electoral, teniendo en cuenta que el votante, como coinciden todos los expertos demoscópicos, decide su papeleta cada vez más tarde, muchos en los últimos días de la campaña.
De momento, Díaz no supera en ningún estudio la barrera de los 38 escaños y tampoco llegarían al 15,3 por ciento de los votos que reunieron en las elecciones de noviembre de 2019 Unidas Podemos, Más País y Compromís, según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicado el pasado 16 de junio y que estima en un 14,3 por ciento los sufragios que obtendría la coalición.
Para los morados, que aunque han bajado el pistón siguen escocidos con Díaz por no haberles dado el protagonismo que creen que debían tener en la coalición, no llegar a los 40 diputados sería un rotundo fracaso.
Además, pronostican que, con suerte, ellos conseguirán cuatro representantes: Ione Belarra (número 5 por Madrid), Lilith Verstrynge (4 por Barcelona), Pilar Garrido (1 por Guipúzcoa) e Idoia Villanueva (1 por Navarra).
Hay otros candidatos que tienen el carné de Podemos y con opciones de salir, pero que los morados no cuentan como cuota suya, por ejemplo, Txema Guijarro, que encabeza la lista de Alicante y que lleva tiempo apartado por la dirección.
El precedente inmediato de las elecciones generales está en las municipales y autonómicas del 28 de mayo, cuyos resultados para los partidos de Sumar fueron malos. Sumar no concurría a esos comicios pero Díaz se metió de lleno en la campaña para apoyar a sus socios en lo que se ha interpretado como el ensayo general de su proyecto.
Y en este ensayo del 28M, Podemos directamente se hundió mientras que algunos de los principales aliados de Sumar (los comunes, IU, Más Madrid y Compromís) perdieron instituciones clave, como la Comunidad Valenciana o el Ayuntamiento de Barcelona.
La campaña empieza el viernes y Yolanda Díaz jugará la baza de la gestión (la bajada del paro, la implementación del SMI o la ley de vivienda) para intentar llevar a la Moncloa a esta coalición que integran una quincena de fuerzas y reeditar así un gobierno con Pedro Sánchez.
Ponen todo el foco en que los españoles puedan vivir mejor, con más tiempo para disfrutar de su vida, en el feminismo y en el cuidado del planeta, y pedirán el voto por lo que han hecho ya y por lo que queda por hacer.
Alicia López