Zagallo por Zagallo

El exentrenador y exjugador de la selección brasileña de fútbol Mario Jorge Lobo Zagallo, en una imagen de archivo. EFE/ Antonio Lacerda

Redacción Deportes, 5 ene (EFE).- Mario Jorge Lobo Zagallo, la única figura del fútbol que conquistó cuatro mundiales: dos como jugador (Suecia'58 y Chile'62), otro como entrenador (México'70) y el último como ayudante del seleccionador (Estados Unidos'94) falleció hoy, hace exactamente un año, en Río de Janeiro.

El legendario extremo por izquierda tenía 92 años y ese 5 de enero dejó, además de sus títulos, un valioso legado de enseñanzas cosechadas en la selección brasileña al lado de mitos como Pelé, Garrincha, Romário, Bebeto, Ronaldo y compañía.

La única final que perdió Zagallo con la Canarinha fue la Copa del Mundo de 1998 en Francia ante la selección Bleu liderada por Zinedine Zidane.

Su mito le valió para aparecer en rol protagónico, aunque sin resultados victoriosos, en otras trascendentales citas, como el Mundial de Alemania'74 al que acudió como seleccionador, y el de 2006 en el mismo país, donde repitió la fórmula como coordinador técnico de Carlos Alberto Parreira.

Un año después de su partida, la Agencia EFE expone al 'viejo Lobo' a través de sus propias palabras, muchas veces explosivas, otras tantas provocadoras.

Razón, emoción, cábala y excitación

Un año antes del Mundial de Francia'98, el seleccionador de Brasil era blanco de críticas por el desempeño de sus jugadores. En junio de ese 1997 la Canarinha conquistó en Bolivia la Copa América y Zagallo, eufórico y emocionado, lanzó una consigna que vino a convertirse en su sello:

«Ustedes van a tener que tragarme»

«Gané por primera vez en el Mundial del 58. Cinco más ocho es igual a trece. También voy a ganar el del 94».

Y lo ganó la verdeamarela en Estados Unidos. Brasil con Zagallo como asistente del seleccionador Carlos Alberto Parreira.

«Sexo en esta edad es normal. Para eso está la pastilla azul».

En 2011, antes de cumplir 80 anos, 'el Viejo Lobo' declaró a medios españoles que gracias al medicamento producido para combatir la disfunción eréctil aún tenía una vida sexual activa.

De las preguntas relacionadas con el sexo nunca huyó el legendario hombre nacido en Alagoas el 9 de agosto de 1931.

«Soy partidario del sexo antes, después y hasta durante los partidos», respondió en 1998 el entonces seleccionador al tratar de quitar hierro al debate periodístico por la presencia de mujeres en la concentración durante la Copa del Mundo.

«Porque deja al futbolista más leve», declaró años después a una pregunta de EFE.

La convulsionada final del Mundial de Francia'98

«En la Copa de 1998 no hubo falta de comando técnico. Lo que ocurrió fue algo fatídico. Fatídico que ocurriese ese problema con Ronaldo, un jugador de veintipocos años, con salud, que después del almuerzo tuvo una convulsión», dijo tiempo después de aquella final que ganó Francia por 3-0.

«Y ese fue el gran problema, que eso no ocurrió cinco días antes o después de la Copa del Mundo. Ocurrió precisamente en el día de la final», agregó.

«Si la clínica lo dio como apto, y el Departamento Médico de la CBF y Lidio Toledo, que era el médico, no lo vetaron yo, como entrenador, tenía que alinearlo. Además él pidió jugar, que no lo sacara del equipo. Dijo que no estaba sintiendo nada y que, si estuviese con algún problema, él no lo pediría», aclaró.

Zagallo defendió a capa y espada su decisión de mantenerlo en el once titular, pese a que horas antes había avisado que Edmundo tomaría el lugar del 9, quien por entonces ya era considerado el mejor futbolista del mundo.

«Si no hubiese alineado a Ronaldo y Brasil también hubiese perdido, la responsabilidad igualmente caería sobre mí, el técnico. Si tuviera que hacer la misma cosa otra vez, lo haría», puntualizó.

Error de cálculo

«Vamos a exprimir esa 'Naranja Mecánica' hasta sacarle todo el jugo», anunció el seleccionador Mario Jorge Lobo Zagallo antes del partido de semifinales contra Holanda jugado el 3 de julio de 1974.

A ese encuentro de semifinales los brasileños llegaron seguros de tener a la mano el cuarto título mundial, pero la Holanda de Johan Cruyff fue implacable y se impuso por 2-0 en el estadio Westfalenstadion de la ciudad de Dortmund, ante 52.500 espectadores.

«En la Copa del Mundo de 2006 no vi a ningún jugador borracho o trasnochando», dijo categórico quien por entonces había ejercido como asistente técnico de la selección.

La bomba la había soltado antes Ricardo Teixeira, presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) al deslizar supuestos actos de indisciplina durante el Mundial de Alemania, al que la Canarinha llegó como favorita y del que salió en cuartos de final a manos de Francia.

Zagallo por los otros

Uno de sus principales detractores, Romário de Souza Farías, quien por decisión de Zagallo se perdió a última hora la Copa del Mundo de 1998, le dedicó unas sentidas palabras de homenaje y reconocimiento.

«Es un día muy triste para el fútbol. Todos saben que no tenía ninguna relación con él, pero tengo que admitir» que Zagallo «tiene la misma importancia que Pelé», dijo Romário.

«El día que nunca queríamos que llegase, llegó. Descansa en paz, mi eterno maestro», escribió el excapitán Cafú.

Juan Carlos Ochoa