Cornellá del Llobregat (Barcelona), 11 ene (EFE).- El técnico del Espanyol, Manolo González, dijo tras empatar ante el Leganés en el RCDE Stadium (1-1) que su equipo debe «controlar mucho más el partido» y lamentó que a sus futbolistas les pase factura tener «un poco de ansiedad por ganar».
El entrenador blanquiazul, en rueda de prensa, reconoció que se va «decepcionado» por el resultado: «Pienso que hemos hecho una primera parte muy buena. Los jugadores han tenido calma y han encontrado situaciones de gol. Todo ha cambiado con el 1-1. Tenemos que ser contundentes en las áreas».
González señaló que en el último tramo del partido su equipo perdió enteros. «Hasta el 70 ha estado bien, pero cuando dejamos de tener calma y pausa vienen las contras y las situaciones de gol. Cuando hemos dejado de tener criterio de jugar tranquilos, han tenido ellos las ocasiones», analizó.
Preguntado por el criterio del árbitro al señalar dos manos durante el partido, una que precede al gol de Cissé y otra que anula un tanto de Veliz en el tramo final, el entrenador mostró su disconformidad: «Me gustaría mucho decir lo que pienso, pero no puedo porque me meterán en la jaula, es así».
Añadió, sin embargo: «Pienso que la mano de la acción del 1-1 es clamorosa, la ha visto todo el mundo. Ya no tienes que saber de fútbol o no. Es muy clara y además es una situación que acaba en gol. Entiendo que su trabajo es muy difícil, pero tienen el VAR».
González recordó que al principio de temporada se produce una reunión para explicar los criterios arbitrales, «pero al final acaba pasando siempre lo mismo». «Para mí es mano, pero yo no puedo valorar su trabajo porque seguramente me dirían que en esa situación no es mano o que es involuntaria», agregó.
Por otra parte, Manolo González valoró los posibles refuerzos este mercado de invierno: «No depende en exclusiva de mí. A todo el mundo le gusta tener a Mbappé y a esta gente… Me tengo que ceñir a lo que puedo controlar. Debemos generar situaciones de gol. El equipo ha llegado muchas veces, pero te vas con cara de tonto».
El entrenador, en cualquier caso, insistió en que el equipo «para nada está muerto» y se mostró convencido de que sacarán «adelante» esta situación.