Hubo un tiempo, sobre todo al inicio de la andadura de la red, en que internet se asociaba con el anonimato. Hoy ya sabemos que es en la red en donde más información se puede recabar sobre nosotros. El escándalo de Cambridge Analytica ha sido el último incidente que ha puesto de manifiesto cuán importante puede ser la información que depositamos en la red. Los datos ya no solo pueden utilizarse para robarnos dinero del banco, sino para condicionar lo que compramos, dónde viajamos, dónde comemos o, quizás, por quién votamos. Aquí te ofrecemos algunos consejos básico para evitar que compartas en internet información personal que solo a ti te concierne.
Comprueba tu correo
La manera más sencilla que tienen las empresas y las aplicaciones de acceder a tu información personal es a través de tu correo. Desde allí acceden a tus contactos, tus movimientos y la información que compartes. Debemos ser muy cuidadosos con los correos que recibimos y enviamos y estar completamente seguros de que lo hacemos de y a fuentes fiables.
Haz limpieza
Los expertos recomiendan que, al menos una vez al año, te detengas y limpies tu teléfono y tu Facebook. De esta manera eliminarás las aplicaciones que no usas y que lo único que hacen es recolectar datos sin saber para qué. Algunas aplicaciones que ya no usas solo ocupan espacio en tu móvil, lo único que hacen es consumir energía y monitorizar tu actividad.
Lo mismo ocurre con aquellos amigos o contactos que tienes en Facebook y con los que no hablas y no mantienes un contacto habitual. ¿De verdad necesitas que conozcan toda la información que compartes en la red social?
Protege a tus amigos
Cuando instalamos una nueva aplicación, ya sea en el móvil o en el equipo de escritorio, normalmente nos pide unos requisitos, como, por ejemplo, tener acceso a nuestra lista de contactos. Si elegimos que una aplicación tenga acceso a nuestras fotos o a nuestra ubicación es decisión propia, pero dejar que una app pueda ver tu libreta de direcciones deja vulnerables a los amigos que tienes en tu listado. Precisamente así es como Cambridge Analytica consiguió millones de datos sin el beneplácito de los usuarios de la red social.
Los niños, muy lejos de la red
Si proteges la información de tus amigos, cuida también la de tus hijos. Cuando compartas una foto de ellos hazlo en privado. Si lo haces público, Google lo encontrará y lo que está en Google está al alcance de todo el mundo. Las fotografías de menores en la red están expuestas a muchos riesgos, además de crear una huella digital que ellos no han decidido. Los niños deben estar aún más protegidos en nuestras redes sociales, son nuestra responsabilidad.
Valora tu privacidad
Resulta obvio, pero muchas veces desestimamos lo que la red sabe de nosotros y no nos protegemos lo suficiente. No se trata de que no tengamos nada que esconder, a veces es la primera cuestión que se nos viene a la cabeza; pero nadie que tú no quieras tiene que saber qué te gusta y marcar las películas que has de ver o el suéter que quieres comprar.
Revisar y cambiar las contraseñas
Por último, vamos a recordar algo que no muchos hacemos de manera habitual, y es que no sólo en el correo debemos tener cuidado con nuestras contraseñas, las redes sociales a las que accedemos también pueden ser hackeadas. Tener un cuidado especial con las contraseñas que utilizamos, es casi una obligación.
Debemos evitar contraseñas como nuestras fechas de cumpleaños, el nombre de nuestros familiares o de nuestras mascotas y sobre todo, un error muy común que cometemos en ocasiones, nuestro nombre seguido de un par de números. Todas esas credenciales son muy sencillas de descubrir. Hay que utilizar contraseñas complejas, que contengan caracteres alfanuméricos y símbolos y que tengan una longitud adecuada.