Almería, 29 may (EFE).- El Almería, que ha ascendido este domingo a Primera División siete años después, y el proyecto liderado desde hace tres temporadas por su propietario, el adinerado ministro saudí Turki Al-Sheik, han alcanzado la cumbre de volver a la máxima categoría tras empatar 2-2 en Leganés y acabar como campeón de LaLiga SmartBank.
Para ello, la Unión Deportiva Almería, entrenada por el barcelonés Joan Francesc Ferrer «Rubi», necesitó de la colaboración del Alcorcón en un final de la liga regular de infarto, pues los rojiblancos sellaron su ascenso, a pesar de no sumar los tres puntos, gracias a un tanto de Jorge Zarfino en el tiempo añadido del Alcorcón-Eibar (1-0).
El equipo almeriense ha sido uno de los más seguros a lo largo de la competición, como lo demuestra que con la de este domingo ha estado 37 jornadas de las 42 de la competición en puestos de ascenso directo, mientras que en las cinco restantes ocupó posiciones de un ‘play-off’ del que finalmente se libró para subir de forma directa.
El equipo de Rubi hizo buenos los pronósticos, aunque de forma agónica y con sufrimiento, puesto que antes de esta última jornada las estadísticas le daban como equipo de Primera en 23 de los 27 casos posibles.
El logro supone plasmar la idea con la que Turki Al-Sheikh llegó a la entidad en el verano de 2019, después de dos intentos fallidos y del paso de otros cinco técnicos, antes que Rubi, por su banquillo.
Tres años después, la apuesta del ministro saudí ha dado sus frutos para cambiar el destino de un equipo que, tras sus dos últimos cursos en Primera -descendió en la 2014-15-, deambuló varias campañas por la categoría de plata y en las cinco primeras casi salvándose en la última jornada.
Épica fue la permanencia lograda en la 2017-18, con un empate en Lugo y 20 minutos en descenso tras adelantarse el equipo lucense de penalti.
En las dos últimas temporadas, el cuadro rojiblanco planteó el ascenso como objetivo, pero las plantillas, sin demasiada experiencia en la competición española, se quedaron en las dos ocasiones en la primera ronda del ‘play-off’ de ascenso, en ambos casos eliminado por el Girona.
Esta temporada, con un plantel con mucho producto nacional, el equipo se ha comportado como seguro, con un gran trabajo en defensa y mucha ‘pólvora’ en un ataque liderado por un gran Sadiq Umar, internacional nigeriano que ha acabado como el máximo goleador del Almería con 18 tantos.
Pero el artillero africano estuvo, además, escoltado por la visión de juego del malagueño Francisco Portillo, el equilibrio de César de la Hoz en el medio campo y una defensa sólida, primero con Juan Brandariz ‘Chumi’ y el serbio Srdan Babic, y después con el brasileño Rodrigo Ely y el balcánico.
A la seguridad defensiva del conjunto rojiblanco también ha contribuido de una manera importante el rendimiento del veterano guardameta murciano Fernando Martínez, que el 10 de junio cumplirá 32 años, o el carrilero Alejandro Pozo, un polivalente jugador cedido por el Sevilla -con una opción de compra obligatoria en caso de ascenso- que ha aportado mucho en defensa y en ataque al conjunto dirigido por el barcelonés Rubi.
El técnico de Vilasar de Mar, de 52 años, no pudo ascender en la 2012-13 con el Girona, precisamente en una promoción frente al Almería, pero sí lo hizo en la 2017-18 con el Huesca y ahora ha ampliado sus éxitos al haber sido capaz de gestionar a la perfección a una buena plantilla para subir, de nuevo, a LaLiga Santander.
