La célula termofotovoltáica de estado sólido puede extraer más electricidad del calor que la mayoría de las turbinas de vapor actuales
Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han desarrollado una nueva célula termofotovoltáica. Esta es capaz de convertir el calor en electricidad de una manera más eficiente y barata. El descubrimiento de esta célula podría significar un paso más en el proceso de viabilizar las baterías térmicas. Este sistema de almacenamiento de energía es “un paso absolutamente crítico. En el camino hacia la proliferación de las energías renovables y la consecución de una red eléctrica totalmente descarbonizada«, según los investigadores.
La célula termofotovoltáica supone el nuevo rival de las turbinas de vapor. El método comúnmente empleado en las centrales térmicas. Las turbinas de vapor, inventadas por Charles Parsons a finales del siglo XIX, pueden convertir aproximadamente el 35% de una fuente de calor en electricidad. Sin embargo, hay modelos que han conseguido un rendimiento de hasta el 60%. Su diseño está compuesto de piezas móviles. Estas impiden que puedan funcionar a temperaturas superiores a los 2.000 °C.
Al contrario, las células termofotovoltáicas son similares a las que hay en los paneles solares. Pueden llegar a capturar fotones de alta energía de una fuente de calor blanca. Y convertirlos en electricidad. La versión desarrollada por los investigadores del MIT es capaz de funcionar a temperaturas de entre 1.900 y 2.400 ºC y convierten más del 40% del calor en energía eléctrica. Su funcionamiento es el siguiente: el calor que recoge el dispositivo se recoge por un material que por un lado lo absorbe y por el otro emite fotones. Estos últimos cuando salen son recogidos por una célula fotovoltaica.