La guerra entre los fabricantes de neumáticos, en los últimos años se ha incrementado debido a la entrada en el mercado de nuevos actores comerciales que, de una manera u otra, suponen competencia en cuanto al precio o al posicionamiento del producto.
Una de las problemáticas más recurrentes en el mercado actual de fabricantes de neumáticos es la sustitución de los mismos: hay algunos que abogan por sustituirlo antes de que alcancen el límitel legal (1,6 milímetros) en la profundidad del dibujo de su banda de rodadura, frente a otros que respaldan que hay que reemplazarlo cuando la profundidad del dibujo llega a los 3 milímetros.
Desde Michelín, prestigiosa empresa de fabricación de neumáticos con más de 100 años de carrera, se afirma que, mientras los productos sean de calidad, no habría problema en apurar el neumático hasta su legalidad. Además, exponen una serie de consejos para no cambiar los neumáticos antes de tiempo:
- No hay que limitarse al desgaste del dibujo. Hay que tener en cuenta otros aspectos de la seguridad del neumático como la dureza de la goma utilizada, la calidad y el uso de los materiales que constituyen y su arquitectura.
- Un neumático de calidad usado frena mejor a mitad de su vida útil que recién estrenado. Esto es así por la mayor solidez al perder parte de su profundidad.
- Un neumático desgastado, por norma general, consume menos que uno nuevo. La rodadura de un neumático a estrenar influye negativamente en el gasto de combustible, así que una cubierta con una goma más precisa de más energía para moverse que otra con menos.
- Cambiar los neumáticos antes de lo necesario obliga a repetir la operación con mayor frecuencia, y por tanto, incrementa el presupuesto en esta partida. Al margen del presupuesto, la precipitación a la hora de cambiar los neumáticos también repercute en el medioambiente. Si todos los europeos adelantaran esta operación se necesitarían cada año 128 millones de cubiertas más, con un coste de 6.900 millones de euros en ese periodo. Además, su producción supondría la emisión a la atmósfera de 9,1 millones de toneladas de CO2 por año.
- La legislación es clara en esta cuestión, un límite de profundidad del dibujo de 1,6 milímetros es suficiente para garantizar la seguridad del usuario en cualquier circunstancia siempre que el neumático tenga la calidad necesaria, un desgaste regular y un estado general óptimo. Resulta innecesario adelantar el proceso.