Los madrileños perdonan al Sanse y se encomiendan a las seis últimas jornadas para conseguir la permanencia. El Fuenlabrada jugó bien y pudo marcar, pero no tuvo suerte de cara a puerta

El Fuenlabrada afrontaba el derbi con especial confianza, consciente del buen partido que había disputado en Riazor – a pesar de que el resultado final no representara lo visto en el terreno de juego. Los madrileños salieron con actitud, creyendo en seguir por el buen camino, pero en frente se encontraron a un Sanse que sabía de la importancia de los tres puntos en juego. Los visitantes se plantaron con fuerza en el Fernando Torres, firmes atrás y asustando a una zaga local que no está acostumbrada a no tener el control durante los partidos en casa.

Craninx sostuvo al Fuenlabrada en los primeros minutos

Craninx se vio obligado a dar lo mejor de sí en estos primeros compases, en los que el Sanse apretó a una defensa local que tardó unos minutos en ubicarse en el terreno de juego. Una vez superados estos primeros minutos de tanteo, el Fuenlabrada empezó a ganar terreno, a crecer en el campo. Ganó fuerza atrás, reforzando el bloque y concediendo menos espacios, lo que frustró a un Sanse que cada vez atacaba con menos fluidez.

La primera parte llegó a su fin sin goles y sin demasiadas ocasiones en ninguna de las dos áreas, pero con un Fuenlabrada que, poco a poco, había ido ganando terreno al rival y dejando ver que, si el Sanse se volcaba en ataque, tendría problemas a la contra. Los madrileños dieron dos avisos claros antes del descanso, desde las botas de Fer Ruiz e Iban. Sin embargo, el guardameta del Sanse y la puntería, respectivamente, impidieron que ambas ocasiones acabaran con el balón acariciando las redes.

Diego entró al campo en el minuto 71

En la segunda mitad, acompañados de los ánimos de la grada del Torres, el Fuenlabrada mantuvo la buena dinámica que había mostrado en los minutos finales de la primera parte. Fue en este tramo cuando más oportunidades tuvo el conjunto fuenlabreño para adelantarse en el electrónico, aunque, de nuevo, los delanteros locales no estuvieron acertados a la hora de convertir.

Diego, que había estado entre algodones durante toda la semana, entró al campo en el minuto 71. Durante los 20 minutos que estuvo en el verde, dificultó las tareas defensivas del Sanse, pero no logró marcar. Salieron con vida los visitantes del Fernando Torres, y el Fuenlabrada ya se conjura de cara a las seis jornadas restantes, en las que se luchará y se dará todo conseguir el objetivo. El próximo rival a batir será el Badajoz, lejos del Torres.