El Teatro Real de Madrid ha informado este jueves del refuerzo llevado a cabo en la seguridad de sus instalaciones frente a la COVID-19 con la disposición en varios de sus espacios, como la sala principal, de más dispositivos de emisión de luz ultravioleta.
Se trata, asegura el comunicado remitido a los medios, de un tipo de tecnología que ya se estaba utilizando desde el pasado mes de julio en la limpieza y desinfección de vestuario y camerinos de los artistas, incluidos coro y orquesta, «con excelentes resultados».
Los responsables del coliseo operístico han extendido ahora su uso a la mencionada sala principal, así como al escenario y la sala de ensayo de escena, «con el fin de salvaguardar el bienestar y la salud de los artistas, trabajadores y espectadores que asisten a la función».
Esta actuación se suma al dispositivo de seguridad sanitaria diseñadas por el Comité Médico del Teatro Real, que está compuesto por seis médicos.
Siguiendo sus directrices, desde julio se han llevado a cabo la sustitución de los filtros de aire acondicionado y el cambio de la grifería por otra sin contacto, junto a la instalación de arcos de temperatura, distribución de mascarillas y gel hidroalcohólico, además de la realización de pruebas serológicas periódicas y de PCR.
Otra de las medidas implementadas para el inicio de su temporada 20/21 ha sido la reducir el aforo de sus funciones al 65% del aforo, aplicada a todas sus zonas a raíz de las protestas de un sector del público que obligaron a la suspensión de la representación de «Un Ballo In Maschera» el pasado 19 de septiembre.
Fuente: © EFE 2020.