El confinamiento y las restricciones de movilidad derivadas de la covid-19 permitieron que Madrid disfrutara de un «aire serrano» a lo largo de 2020, según el último informe sobre calidad del aire publicado por Ecologistas en Acción.
Este documento analiza la situación de la capital de España a partir de los datos recogidos por las 24 estaciones de medición respecto a la contaminación relacionada con el dióxido de nitrógeno (NO2), las partículas en suspensión y el ozono troposférico (O3).
Durante todo el año de 2020 sólo una de las estaciones de la red, la de la Plaza Elíptica, superó el limite legal permitido en términos de NO2, aunque lo hizo apenas en un microgramo por metro cúbico: registró 41, cuando la ley no permite pasar de 40 de media anual.
Esto supone que los niveles de contaminación por este elemento se redujeron en un 31 % respecto a los valores de los últimos 10 años en Madrid.
El cambio más drástico fue certificado durante el primer estado de alarma, con una reducción del 56 %, lo que hizo que «la contaminación fuera equiparable a la de cualquier pueblo de la sierra» como Guadalix, según Ecologistas en Acción.
En cuanto a las partículas en suspensión, ninguna estación superó el valor límite legal anual, aunque una de ellas sí sobrepasó el límite establecido por la Organización Mundial de la Salud.
Los peores resultados fueron los del ozono troposférico ya que, a lo largo de 2020, hasta 5 de las 14 estaciones que miden los valores de este contaminante registraron más de 25 «superaciones del valor objetivo» según el informe.
La conclusión de Ecologistas en Acción es que «el mejor camino para lograr una calidad del aire saludable en Madrid pasa por conseguir una reducción sustancial del uso del coche» y ha puesto como ejemplo de ello el plan Madrid Central.
Fuente: © EFE 2021.
