«Quiero ayudar al patinaje a evolucionar y a que los niños consigan su sueño, como lo hice yo». Así resume el momento vital y profesional que vive tras su retirada de la alta competición Javier Fernández, centrado en la academia con la que quiere impulsar un deporte que ama
«Quiero ayudar al patinaje a evolucionar y a que los niños consigan su sueño, como lo hice yo». Así resume el momento vital y profesional que vive tras su retirada de la alta competición Javier Fernández, centrado en la academia con la que quiere impulsar un deporte que ama.
En enero de 2019, tras el Europeo de Minsk (Bielorrusia), Javier Fernández (Madrid, 1991) puso punto y final a una trayectoria plagada de éxitos con dos victorias en campeonatos del mundo, una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de PyeongChang (Corea del Sur) y siete títulos continentales.
«No echo de menos competir, no me sale de dentro. He comentado la retransmisión del último Mundial y no siento esa necesidad. Me gusta el patinaje, es mi vida, pero la competición está muy aparcada», declara a EFE el patinador madrileño, que en 2022 verá desde España los Juegos Olímpicos de Pekín (China).
«Hay que estar pendiente de la danza, que va a ser interesante. Sara Hurtado y Kirill Jalyavin finalizaron undécimos el último Mundial, van subiendo y puede ser interesante. Fuera del patinaje podemos tener posibilidad en otras disciplinas con Lucas Eguibar, Regino Hernández o Queralt Castellet. Podemos volver a vivir unos Juegos con alguna medalla», dijo.
Desde el otro lado, por la televisión, el patinaje se «ve de manera muy diferente».
«Entiendo el sentimiento de los patinadores y lo disfruto también. Antes con los nervios o la presión me faltaba disfrutar más, pero ahora es diferente», confiesa.
Desde su retirada, su principal ocupación es la puesta en marcha de la JF Academy, con la que espera «ayudar a que el patinaje evolucione y los deportistas españoles puedan competir con otros países».
«Quiero que los niños consigan su sueño, como yo hice, y quiero seguir haciendo cosas con la Academia porque sigo con la idea de tener una pista propia para dar clases a diario», confiesa Javier Fernández, que lamenta que con la situación sanitaria derivada de la COVID-19 es «difícil hacer planes a corto plazo».
«Somos conscientes de ello pero esperamos tener una base pronto y una especialización de este deporte. No quiero tener una academia que no tenga lo que creo que debe tener. Quiero una academia en la que haya ballet, se pueda trabajar lo físico y también estaría bien tener un gimnasio y personas especializadas en diferentes tipos de patinaje. Es un proyecto más grande para algo más específico como la competición», comenta.
«Para ello la ayuda que se necesita es de muchas partes aunque sea un proyecto propio. No puedes delegar un proyecto personal en algo público y además los cambios institucionales tampoco ayudan porque los proyectos desaparecen con la persona», subraya.
Mientras sigue soñando con esa academia con una sede fija, Javier Fernández no para. Su última iniciativa ha sido un curso de perfeccionamiento de patinaje sobre hielo en la pista de Valdemoro (Madrid), en la que también ha contado con Javier Raya y Sonia Lafuente, otros dos nombres ilustres de este deporte.
«Es un curso para niños de entre ocho años y quince años, sobre todo de Madrid, aunque también hay algunos becados de otras zonas. Es un curso de patinaje para niños que ya saben patinar, pero también incluimos parte física, ballet y sesiones con parte psicológica, porque en este deporte es importante saber tener la mente fría para competir», apunta.
«Además traemos una jueza para que les dé pautas para todo el año a modo de deberes para ganar velocidad, soltura o flexibilidad, ya que una parte del aprendizaje también debe ser individual», confiesa.
Este campamento de patinaje en Valdemoro forma parte del concepto de la Academia, aunque sea una actividad separada. «Queremos continuar en el ámbito de la formación pero sabiendo que también hay proyectos que podemos hacer aunque sean diferentes, como un campamento de verano».
En los últimos meses Javier Fernández se ha paseado por Madrid, Logroño, Jaca, San Sebastián, Vitoria, Valencia, Andorra o Barcelona ofreciendo su experiencia a patinadores de diversas ciudades que cuentan con una pista de hielo.
«Queríamos una actividad para ayudar a esos deportistas que pasaban un momento complicado, enseñarles a los niños diferentes ejercicios para seguir mejorando y reforzando la técnica y la experiencia ha ido bien», confiesa.
«Queremos subir el nivel nacional de patinaje para meternos a competir con otros países más acostumbrados porque aquí todavía necesitamos apoyar al patinaje. Tenemos deportistas con talento pero no tenemos un entrenamiento específico y se necesita mejorar», señala.
«Cuando era pequeño, en los clubes que estaba, hacíamos ejercicios fuera del hielo como rotaciones, practicas de salto, clases de físico o de ballet. A veces daban esas clases hasta los propios profesores de patinaje, pero por lo menos hacías una actividad que te iba a funcionar. Ahora eso no se hace. Hay que retomar las partes complementarias para no estar cinco horas en el hielo, que además es imposible porque hay más actividades en una misma pista», comenta.
A corto plazo, aparte de seguir creciendo con su JF Academy, otro de los proyectos que tiene el patinador madrileño es retomar el espectáculo ‘Revolution on ice’.
«Será con un formato diferente, porque es un espectáculo costoso, necesitamos muchos artistas y hay que tener la certeza de que se puede hacer con aforo reducido», concluye.
Fuente: © EFE 2021