Han pasado 24 años desde que los sindicatos obreros quedaron legalizados en España. Un hecho que tuvo lugar tras que el primer Gobierno de la democracia permitirá la inscripción de este tipo de organizaciones tras la aprobación de la ley 19/1997 de 1 abril.
Sin embargo, la primera agrupación que fue a inscribirse no fue ninguno de los grandes sindicatos actuales como Comisiones Obreras (CC. OO.) o la Unión General de Trabajadores (UGT). Sino que fue la Agrupación Profesional de Representantes de Comercio fue la primera agrupación legal en el país.
No fue hasta las 12:30 de la mañana cuando periódicos como ABC recogían la llegada a las oficinas de CC. OO. y UGT. Dos organizaciones que acudieron junto a otras como la Solidaridad de Obreros de Cataluña y Solidaridad de Trabajadores Vascos o Unión Sindical Obrera. Marcelino Camacho, secretario general de CC. OO en aquella época destacó la lucha y la trayectoria que había sufrido su organización para llegar a ser legal.
“Ya somos legales y lo somos porque hemos luchado para conquistar ese derecho a la legalidad; nada nos han regalado” Marcelino Camacho, en 1977
Mientras que el secretario general de UGT, Nicolás Redondo declaraba a Radio Nacional su preocupación, dado que, para él, la legalización no suponía la libertad total de los sindicatos.
“La legalización no supone la libertad sindical, puesto que durante un periodo indeterminado van a coexistir las centrales sindicales democráticas con la estructura del sindicato vertical” Nicolás Redondo en 1977.
Un camino difícil
Estas palabras que el líder de UGT pronunciaba venían a consecuencia de los acontecimientos en la calle Atocha que habían tenido lugar hace tres meses. Cuando fueron asesinados unos abogados laboralistas de CC. OO. Además, el 1 mayo de 1977, una manifestación fue reprimida con dureza por el Gobierno y prohibida por las autoridades.
Pese a las dificultades, actualmente, la Constitución Española ampara la legalidad de las organizaciones. La transición en España fue difícil y también lo fue para los sindicatos. De hecho, actualmente, los dos grandes sindicatos poseen un apoyo bastante superior que en la década siguiente al año 1970. Solamente CC. OO. cuenta con 900.000 afiliados y UTG cuenta con una cifra similar.