Sarkozy niega que buscara financiar su campaña de 2007 en el exterior: «no lo necesitaba»

El ex presidente francés Nicolas Sarkozy llega al palacio de justicia en París, Francia, el 13 de enero de 2025. Sarkozy y otras doce personas, incluidos tres exministros, se enfrentan a juicio por conspiración criminal para recibir fondos para la campaña presidencial de 2007 del régimen del fallecido líder libio Muammar Gaddafi. Sarkozy ya ha sido condenado en dos ocasiones, en dos casos separados, desde que dejó el cargo en 2012. El juicio durará hasta el 10 de abril. (France, Libya) EFE/EPA/YOAN VALAT

París, 13 ene (EFE).- El expresidente francés Nicolas Sarkozy negó este lunes que haber buscado en el extranjero financiación para su campaña presidencial de 2007, en la que fue elegido, porque «no estaba loco» y, sobre todo porque «no lo necesitaba», ya que estaba al frente del primer partido de Francia y tenía una gran popularidad.

El ex presidente francés Nicolas Sarkozy llega al tribunal en París, Francia, el 06 de enero de 2025. El ex presidente francés Nicolas Sarkozy y otras doce personas, incluidos tres ex ministros, se encuentran en juicio por conspiración criminal para recibir fondos para la campaña presidencial de 2007 del régimen del fallecido líder libio Muammar Gaddafi. Nicolas Sarkozy ya ha sido condenado en dos ocasiones, en dos casos separados, desde que dejó el cargo en 2012. El juicio durará hasta el 10 de abril. (France, Libya) EFE/EPA/Teresa Suarez

Encontrar dinero para esa campaña electoral «nunca fue un problema» puesto que «los apoyos se amontonaban», subrayó Sarkozy al ser interrogado por Nathalie Gavarino, la presidenta del Tribunal Correccional de París que lo juzga por haber recibido supuestamente financiación del régimen del entonces líder libio, Muamar Gadafi.

El ex presidente francés Nicolas Sarkozy (C) llega al palacio de justicia en París, Francia, el 13 de enero de 2025. Sarkozy y otras doce personas, incluidos tres exministros, están siendo juzgados por conspiración criminal para recibir fondos para la campaña presidencial de 2007 del régimen del fallecido líder libio Muammar Gaddafi. Sarkozy ya ha sido condenado en dos ocasiones, en dos casos separados, desde que dejó el cargo en 2012. El juicio durará hasta el 10 de abril. (Francia, Libia) EFE/EPA/YOAN VALAT

«El problema de la financiación de (la) campaña -aseguró- nunca se planteó» en primer lugar porque su partido, la conservadora Unión por una Mayoría Popular (UMP) «era una maquinaria fantástica», y además su candidatura estaba respaldada por «un vasto movimiento popular».

Para ilustrarlo, señaló que al mitin de proclamación como candidato acudieron «80.000 personas».

Sarkozy, que tras ganar esa elección en la segunda vuelta a la socialista Ségolène Royal fue jefe del Estado de 2007 a 2012, insistió en que «era el presidente del primer partido de Francia (la UMP), no de un pequeño partido».

Aseguró que nunca se ocupó de los detalles de financiación, ni tuvo ningún encuentro con los proveedores y que su única contribución fue participar en encuentros con donantes, de los que se ocupaba su jefe de campaña, Éric Woerth, que es uno de los 13 acusados en este juicio, que empezó el 6 de enero y debe prolongarse hasta el 10 de abril.

Sarkozy, por otra parte, rechazó la teoría que sustenta la acusación de que la visita de Gadafi a París en diciembre de 2007, unos meses después de llegar él al Elíseo, fuera una compensación al líder libio por el dinero que supuestamente pagó para que pudiera ser elegido.

También negó que la contrapartida fuera la firma de contratos de aprovisionamiento de armas para Libia, sino que fue «la liberación de las enfermeras» búlgaras que, junto a un médico palestino, habían sido encarceladas y torturadas por el régimen de Gadafi, que las acusó de haber contagiado el sida a unos niños.

Tras ocho años detenidas, las cinco enfermeras búlgaras y el médico palestino fueron liberados en julio de 2007 por la intermediación de Sarkozy, que incluso envió a Trípoli a entonces esposa, Cecilia.

Sarkozy insistió en que Ziad Takieddine, un turbulento intermediario franco-libanés que es uno de los 13 encausados en este proceso «no tuvo ningún papel ni para la liberación de las enfermeras ni para nada».

Takieddine, que ha cambiado numerosas veces de versión y que se encuentra desde hace tiempo en Líbano para no comparecer en este juicio y no estar en manos de la Justicia francesa, afirma haber hecho de intermediario para el régimen libio y haber entregado millones de euros en efectivo para la campaña de Sarkozy.

El expresidente francés, que señaló que sin saber por qué siempre había sentido «antipatía» por Takieddine, se esforzó en precisar que sólo estuvo con él en dos ocasiones, la primera en 2002 a través de Philippe Seguin, un alto dirigente de su partido, y luego en 2003, cuando Takieddine hizo de traductor en un encuentro con el ministro saudí de Interior a petición de éste.

Para demostrar que dado el amplio apoyo popular que tuvo en los últimos años de su carrera política no tenía problemas de financiación, Sarkozy recordó que tras su condena por la financiación irregular de su campaña presidencial de 2012 (en la que fue derrotado por el socialista François Hollande) terminó con una deuda de 12 millones de euros.

Y que después de eso consiguió enjugar esa deuda lanzando una petición a donantes con la que cubrió los 12 millones de euros en tres meses.

Sarkozy, que está inculpado en este proceso por beneficiarse de una malversación de fondos públicos, así como por los delitos de corrupción pasiva, financiación ilegal de la campaña electoral y por formar parte de una asociación de malhechores, en caso de ser declarado culpable podría ser condenado a diez años de cárcel.