Activista crítica con el Gobierno de Tanzania culpa a ese país de su secuestro en Nairobi

La activista tanzana de derechos humanos y crítica del gobierno Maria Sarungi Tsehai gesticula mientras habla en una conferencia de prensa sobre su secuestro por hombres armados y su liberación horas después, en Nairobi, Kenia, el 13 de enero de 2025. Su odisea de abducción sucede tras una serie de secuestros sospechosos de críticos del gobierno vinculados a las fuerzas de seguridad del estado. (Kenia) EFE/EPA/DANIEL IRUNGU

Nairobi, 13 ene (EFE).- La periodista y activista de derechos humanos tanzana Maria Sarungi Tsehai, muy crítica con el Gobierno de su país, acusó este lunes a las autoridades de Tanzania de estar implicadas en su secuestro el domingo en Nairobi y lamentó la creciente represión que sufre la oposición tanzana.

La activista de derechos humanos y crítica del gobierno tanzana Maria Sarungi Tsehai gesticula mientras habla en una conferencia de prensa sobre su secuestro por hombres armados y su liberación horas después, en Nairobi, Kenia, 13 de enero de 2025. Su odisea de secuestro se produce tras una serie de presuntos secuestros de críticos del gobierno vinculados a las fuerzas de seguridad del estado. (Kenia) EFE/EPA/DANIEL IRUNGU

«Una de las cosas que puedo decir con confianza es que hubo participación tanzana y la razón por la que estoy tan segura es que no veo razón alguna para que el Gobierno keniano me secuestre», dijo Tsehai durante una rueda de prensa este lunes en la sede de la sección keniana de Amnistía Internacional (AI) en Nairobi.

La activista tanzana por los derechos humanos y crítica del gobierno, Maria Sarungi Tsehai, gesticula mientras habla en una conferencia de prensa sobre su secuestro por hombres armados y su liberación horas después, en Nairobi, Kenia, el 13 de enero de 2025. Su odisea de abductión se produce tras una serie de supuestas abducciones de críticos del gobierno vinculados a las fuerzas de seguridad del estado. (Kenia) EFE/EPA/DANIEL IRUNGU

«Mi impresión es que querían llevarme al otro lado de la frontera con Tanzania», añadió.

Tras ser puesta en libertad este domingo horas después de su rapto, la activista denunció que la «represión está siendo mucho mayor» en Tanzania y que «los secuestros han aumentado desde hace dos años» en el país, siendo «la mayoría de ellos por motivos políticos».

«2025 es un año decisivo para Tanzania. Va a haber unas elecciones generales en las que, por primera vez, vamos a ver a la ciudadanía más despierta que nunca. Hay una conciencia mucho mayor», afirmó.

Tsehai precisó que fueron cuatro hombres los que la secuestraron, corrigiendo la cifra inicial dada por AI, que informó el domingo de que había sido «secuestrada por tres hombres armados que conducían una (furgoneta Toyota) Noah negra» a las 15:15 hora local (12:15 GMT) en el barrio de Kilimani, a unos cinco kilómetros del centro de la capital keniana, donde reside desde hace unos cuatro años.

La activista relató que los perpetradores le cubrieron la cabeza con una pieza de ropa y le pusieron esposas, antes de liberarla en un lugar que no pudo identificar.

«No paraban de estrangularme, me preguntaban dónde está mi teléfono (…) (uno de los hombres) apretó mucho las esposas, me dolía mucho», recordó, al señalar que, por su modo de hablar, los captores parecían kenianos.

«Estoy segura de que el secuestro fue en parte para conseguir acceso a mis dispositivos y a las actividades que llevo a cabo en internet, que a veces incluyen, por supuesto, la denuncia de irregularidades, pero también (…) los secuestros en Tanzania», aseveró Tsehai.

También participó en la rueda de prensa Roland Ebole, investigador de AI para Uganda y Tanzania, quien afirmó que estos hechos ponen de manifiesto el «auge de la represión internacional» ejercida por los Gobiernos en la región.

«Se trata de un precedente muy peligroso para Kenia teniendo en cuenta que obtuvo recientemente un asiento en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (…) Cuando los extranjeros no se sienten seguros en este país, es muy peligroso», alertó el investigador, en referencia a otros casos en los que extranjeros críticos con sus gobiernos han sido devueltos a la fuerza a sus países por Kenia.

El pasado octubre, por ejemplo, la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) manifestó su inquietud por la repatriación de cuatro refugiados turcos desde Kenia que, según organizaciones pro derechos humanos, fueron secuestrados y devueltos a la fuerza contraviniendo el derecho internacional.

Asimismo, en noviembre, el ministro del Información de Uganda, Chris Baryomunsi, confirmó que su Gobierno y el de Kenia estaban «en contacto» para el arresto del líder opositor ugandés Kizza Besigye, desaparecido ese mes en extrañas circunstancias en Nairobi y repatriado a la fuerza para rendir cuentas ante un tribunal militar.

La presidenta de Tanzania, Samia Suluhu Hassan, accedió al cargo en 2021 después de la repentina muerte de su antecesor, John Magufuli (2015-2021), que había aplicado medidas restrictivas contra la libertad de expresión.

Tras la muerte de Magufuli, Hassan levantó la prohibición de celebrar mítines políticos, duramente reprimidos antes con gases lacrimógenos e incluso munición real, e impulsó un acercamiento con la oposición, entre otras acciones.

Sin embargo, grupos pro derechos humanos y opositores han denunciado una ola de represión y detención de disidentes en el último año.