Madrid, 15 ago (EFE).- La Plaza de toros de Las Ventas de Madrid celebró la Festividad de la Virgen de la Paloma con una corrida de desigual tipo y juego de José Enrique Fraile de Valdefresno, que brindó tres ejemplares de triunfo, a toro por coleta, en una tarde en la que el mejor toreo llevó la firma de un gran Adrián de Torres, con un entregado Gómez Del Pilar y un Jesús Duque con menor suerte.
Adrián de Torres se enfrentó en el segundo de la tarde a un castaño tocado y generoso de pitones al que le faltó fondo y calidad. El de Linares se puso muy de verdad, dando el pecho, y le robó algunos naturales muy compuestos pero aislados, sin que aquello tomara altura. Se pasó de faena, el toro se aplomó y no le ayudó en la suerte suprema, marrando con estoque y descabello, hasta el punto de escuchar dos avisos.
El toreo bueno llegó en el cuarto, un torazo de 643 kilos que se movió, la mayoría de las veces tras la muleta, con templanza y entrega, y otras hacia tablas. Adrián de Torres toreó de principio a fin, con capote y con muleta, sin probaturas.
A la verónica lanceó con gusto y aplomo, y con la muleta dejó carteles de toros, deletreando el toreo con la mano derecha, yéndose tras las embestidas, meciéndolas con la panza de su muleta, quizás abusando de levantar el talón contrario, pero dotando a su quehacer de una elegancia soberbia, sin concesión alguna a lo superfluo.
Y como quiera que enterró el estoque al primer viaje y el toro dobló, De Torres paseó el ruedo con una merecida oreja en su mano. Ojalá le sirva, no porque haya cortado una oreja en Las Ventas, sino porque toreros con esta verdad desnuda no abundan.
El tercero peleó bien en el peto del picador, arrancándose con alegría y empujando. Antes, Gómez del Pilar lo había recibido con una larga de rodillas en el tercio. Y después, el inicio de faena hizo albergar esperanzas de triunfo. Mas el toro, tras el ímpetu inicial, tornó las embestidas humilladas y hasta el final en atisbos de arrancadas a media altura, diluyendo las ilusiones de torero y público.
Gómez del Pilar perdió una más que probable oreja en el buen quinto, un ejemplar franco y con chispa, además de con clase, que persiguió la muleta con emoción hasta que se rajó levemente en el tramo final. El torero toledano derrochó ganas desde el inicio de rodillas, siguiendo con fases de toreo ligado -de postura algo forzada- rematado con pases de pecho que terminaron siendo casi circulares. No obstante la faena no se redondeó, y la estocada a la segunda evaporó el trofeo.
Vistas las acometidas iniciales del primero de la tarde, el de la confirmación de alternativa de Jesús Duque, abanto y sin entrega, pocos podían haber vaticinado que el de José Enrique Fraile de Valdefresno se dejaría tanto en el último tercio, y más aún con la de capotazos que requirió su paso por el peto de Romualdo Almodóvar.
El confirmante conectó con los semidespoblados tendidos desde el comienzo con pases cambiados por la espalda, varias series vibrantes con la mano derecha, una tanda no tan inspirada con la izquierda, y un cierre con pases del desdén con solera. Además, mató a la primera, por lo que olía a oreja. Sin embargo el puntillero levantó al toro, dos veces, y la petición postrera no fue atendida por el presidente.
La sosería del sexto eclipsó las buenas maneras que expuso Duque, que fue apremiado a abreviar por un público que, quizás, ya se sentía satisfecho por haber visto torear; a Adrián de Torres.
Ficha del Festejo:
Plaza de toros de Las Ventas de Madrid. Corrida de toros. Festividad de la Virgen de la Paloma. 6.390 espectadores.
Se lidiaron seis toros de José Enrique Fraile de Valdefresno, bien presentados. Primero de menos a más. Segundo falto de clase y fondo. Tercero noble pero venido a menos pronto. Cuarto rajado aunque manejable, aplaudido en el arrastre. Quinto mansito encastado, aplaudido en el arrastre. Soso y blando el sexto.
Adrián de Torres (de rosa palo y oro): tres pinchazos y cinco descabellos (silencio tras dos avisos); estocada entera arriba (oreja).
Gómez del Pilar (de verde hoja y oro): estocada entera desprendida (ovación con saludos tras aviso); pinchazo y estocada entera desprendida (vuelta tras petición y aviso).
Jesús Duque, que confirmaba la alternativa (de catafalco y azabache): estocada entera algo trasera (vuelta al ruedo tras petición con aviso); pinchazo y el toro se echó (silencio).
Jesús Duque confirmó alternativa con Yegüesero, número 21, de pelo negro, de 554 kilos.