Almería, 1 may (EFE).- Blanca Marsillach y Miguel Rellán pondrán en escena la obra «Una noche con los clásicos» el próximo 7 de mayo en el Auditorio Municipal Maestro Padilla de Almería, dentro de las XXXVIII Jornadas de Teatro del Siglo de Oro, y la actriz tiene claro que los actores son “los promotores de que los clásicos no mueran”.
La actriz y empresaria teatral, hija de Adolfo Marsillach, cuya compañía «Varela Producciones» es la responsable de este espectáculo estrenado el 6 de abril en el Teatro Infanta Isabel de Madrid, sale de gira y hará su primera parada en Almería con los versos de nuestros mejores poetas: Góngora, Lope de Vega, Gil Vicente, San Juan de la Cruz, Sor Juana Inés de la Cruz, Calderón de la Barca, Garcilaso de la Vega o Gil Vicente, entre otros.
En una entrevista con EFE, Marsillach asegura que se han “conjurado los astros” para que la gira coincida con estas jornadas tras obtener una “muy buena acogida de público y de crítica” en Madrid con unas sesiones “preciosas”: “El día del estreno fue muy emocionante. Significa poder recrearme en los versos. Poder ver a papá como actor, como director… Es un montaje que va del amor, poder, dinero, ambición, del sexo, del erotismo”, apunta.
Precisamente, gran parte de la selección de clásicos es de Adolfo Marsillach, por lo que para su hija este espectáculo significa “poder observarle a él como mujer, como hija, como actriz de teatro y admirarle como actor, como padre”.
En enero se cumplió el 20 aniversario de la muerte de su progenitor y la actriz afirma que en este tiempo ha “crecido muchísimo”. “Primero me he hecho empresaria de teatro social con Varela Producciones. Hemos montado cosas de violencia de género, de acoso escolar, de inclusión de actores con discapacidad, de medioambiente, de igualdad, de educación financiera…”, relata.
“Comencé con el teatro comercial haciendo títulos muy importantes y con muchísimo éxito. Ahora vuelvo como actriz después de estar quince años metida muy de lleno en la empresa y el teatro social”, explica, a la vez que revela que además de la selección de su padre en «Una noche con los clásicos» hay “otra parte que es de Miguel Rellán y tres versos de Miguel Hernández que son cosecha mía”.
Dice que trabajar con Rellán es todo “un lujo” porque es “un actor como la copa de un pino y todo lo hace fácil” y, al ser interpelada sobre la vigencia de los clásicos en la actualidad y si aún tienen un espacio para ellos, afirma que para eso están “los Marsillach, para seguir dando guerra; y los Rellán y los Mario Gas -coordinador escénico del espectáculo-, para recordar que es una joya el Siglo de Oro”.
“Se van a encontrar con un bombón. Voy a dar todo mi alma, mi amor para poder llegar al corazón de toda la gente de Almería”, afirma, y resalta que su momento favorito es el de la «Elegía a Ramón Sijé», que dedica a su padre.
Por su parte, el actor Miguel Rellán destaca a Efe que la respuesta del público ha sido sorprendente: «Sorprendente porque yo no tengo muy buen concepto del ser humano en general y del carpetovetónico en particular, sobre todo en lo que se refiere a la cultura (…) Es verdad también que lo que hacemos Blanca, don Adolfo en las proyecciones y yo son clásicos como para ponerte los pelos de punta”, afirma.
Cree que esta obra le permite “completar un ciclo”. “Conocí a Adolfo Marsillach pero nunca tuve la oportunidad de trabajar con él, salvo en una muy corta secuencia en una serie de José María Forqué, ‘Ramón y Cajal’ (…) Es la justicia divina. Veintitantos años después de su fallecimiento (…) resulta que comparto escenario con él. Es fantástico. Un regalo”, asevera.
Rellán se incorpora a «Una noche con los clásicos’ tras dos años de gira con Secun de la Rosa en «Los asquerosos», lo que le permite sostener que en estos tiempos convulsos la gente del teatro no ha “sentido demasiado” las restricciones de la pandemia.
“Es verdad que seguramente hay teatros que han cerrado. Pero por ejemplo, con ‘Los Asquerosos’, Secun y yo no hemos parado. En absoluto. Eso sí, con un aforo reducido. Pero íbamos a algunos sitios, un auditorio de mil personas y si entraban 600 o 500 no es ninguna tontería. Es verdad que no todo el mundo habrá tenido nuestra suerte. Pero cuando vamos de gira delante van unos compañeros y por detrás otros y los teatros llenos”, revela.
Miguel Martín Alonso
