El Ayuntamiento de Madrid trabaja en un plan de movilidad que reforzará el transporte público con salud, sostenibilidad, seguridad e inteligencia como pilares en un contexto en el que ha cambiado la manera «de moverse», ha afirmado el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante.
En un coloquio virtual con Forum España, Carabante ha apuntado que durante el confinamiento se ha reducido de manera drástica la movilidad en cualquier medio de transporte, aunque se incrementó el uso del coche -por una menor percepción de riesgo de contagio y por la supresión del parquímetro- y la hora punta «desapareció» en la ciudad.
Y ha apuntado que ya en la desescalada las tasas de desplazamiento del transporte público al vehículo privado se situarán entre el 10 % o el 13 %, pero «es muy posible que haya una menor ocupación» y que «haya más coches llevando a menos personas», por lo que el reto es «mejorar» el sistema de transportes y hacerlo «más eficaz y eficiente».
También habrá una reducción de la necesidad de movilidad «sustancial» derivada de la propia crisis económica, porque «la actividad no se va a recuperar de un día para otro» y se prevé que se pase de 10 millones de desplazamientos diarios antes del coronavirus a alrededor de 7,5 millones, similar a lo ocurrido en la crisis de 2008.
Según Carabante, habrá, asimismo, un trasvase del transporte público a otros modos de movilidad personal, como bicicletas o patinetes, y los usuarios incorporarán a sus criterios para elegir el modo de transporte un criterio higiénico sanitario.
El Consistorio cuenta con dos «instrumentos» para responder a estos escenarios, ha indicado Carabante, quien ha apuntado como primera de las herramientas Madrid 360, la «primera decisión que adoptó» el equipo de Gobierno de PP y Ciudadanos.
En segundo lugar, el plan de movilidad urbana que se está «redactando y finalizando» y que se va a basar en las «tres eses» que sugiere la Comisión Europea -movilidad «saludable, sostenible y segura»- y al que el delegado añade un cuarto pilar, ‘smart’, para «incorporar las nuevas tecnologías a las decisiones que tienen que ver con el ámbito de la movilidad».
El delegado ‘popular’ ha añadido que ese plan de movilidad se basará en cinco ejes, empezando por mejorar el transporte público y las infraestructuras, para ser «más eficientes» ya que con la reducción del aforo del transporte público al 50 % y en función de lo que vaya determinando en este sentido el Ministerio de Sanidad en la desescalada la oferta estará más marcada por las condiciones sanitarias que por la demanda.
Entre las mejores infraestructuras ha recordado que se está licitando la modernización del Nudo Norte y la redacción del soterramiento de la A5, y ha insistido en la necesidad de ejecutar carriles bus VAO en los accesos a la ciudad, petición que hizo la semana pasada al secretario de Estado de Transporte para hacerlos aunque sea «de manera temporal simplemente con pintura».
El segundo eje del plan es la intermovilidad, ante la necesidad de «integrar» todos los medios de movilidad y «pasar de esa vieja dicotomía» de transporte público y privado. Ha puesto como ejemplo los aparcamientos disuasorios de Fuente de la Mora y Pitis que se están ejecutando y que incorporarán plazas de coches y motos compartidos o estacionamientos de bicicletas de alquiler.
Porque la micromovilidad es otro de los ejes en una ciudad en la que el 87 % de los desplazamientos se hacen en un radio de menos de 5 kilómetros, ha apuntado Carabante, por lo que la movilidad ciclista y peatonal «tiene una parte muy importante que jugar».
Esa movilidad postcovid también tendrá que ser sostenible, con un papel «fundamental» de la energía eléctrica, y en el plan se hará hincapié en otra cuestión que «a veces se soslaya», la distribución urbana de mercancías, ha añadido el delegado, que supone entre el 15 y el 20 % del tráfico rodado.
«Vamos a llevar a cabo definitivamente ese proyecto de carga y descarga inteligente», ha apostillado el delegado de Medio Ambiente y Movilidad.
Fuente: © EFE 2020
