Ya estamos en otoño y hemos pensado en ofrecerte unas escapadas a algunas de las villas medievales, existentes en España, que nos trasladan directamente a otras épocas de la historia.
Estas localidades medievales no dejan indiferente a nadie. Están hechas para caminar y perderse por sus callejuelas, apreciar sus murallas, puertas únicas, forjas, rejas, etc. Viajemos, pues, hacia el pasado y recorramos algunas de las magníficas villas medievales que nos esperan.
Aínsa, Huesca
Una historia de diversidad y riqueza, que ha convertido a la villa de Aínsa en un fabuloso viaje en el tiempo. Aínsa se encuentra en la confluencia de los ríos Ara y Cinca y su precioso casco viejo gira alrededor de una antiquísima Plaza Mayor porticada. Destaca la exquisita torre románica de su iglesia y sus calles empedradas, flanqueadas por bellas casonas blasonadas. Merece la pena acercarse a alguno de sus miradores para ver la perfecta armonía entre casas medievales y un entorno natural incomparable
Ronda, Málaga
Es de sobra conocida la espectacularidad del Tajo de Ronda y no se puede dejar pasar la oportunidad de visitar Ronda. realmente espectacular, es su casco histórico y su mezcla de culturas. Es una obligación acercarse por su Casa Nazarí del Gigante, su Museo Arqueológico y su Iglesia del Espíritu Santo para comprobarlo. La simpatía y calidez de sus gentes son otro de los grandes alicientes de la villa, no te podrás sentir un extraño.
Laredo, Cantabría
Aunque la villa de Laredo está documentada desde el siglo XI, puede darse por segura la existencia de asentamientos prerromanos o romanos muy anteriores. Aunque lo más conocido de Laredo, son sus playas, sin duda alguna magníficas, es una obligación conocer la cara más histórica de esta bella villa del Norte de España. Laredo cuenta con uno de los cascos antiguos más extensos de Cantabria, integrado por un destacable patrimonio histórico de iglesias, ermitas, casonas, casas-torre, portalones, escudos nobiliarios, etc.
Tuy, Pontevedra
Tuy es una localidad pontevedresa, bañada por el río Miño en la frontera con Portugal. La joya arquitectónica de la comarca es, sin duda, la Catedral de Santa María de Tuy.
Situada en la parte alta del casco antiguo, su construcción fue iniciada a finales del siglo XI. Caminando por su interior se puede descubrir la apasionante mezcla de los estilos románico y gótico. Aunque la Catedral es visita obligada, no debemos dejar de recorrer sus calles y pasadizos.
Pals, Girona
Situado en la cima del Puig Aspré, con la Costa Brava a un paso, Pals es un pueblo que posee una gran personalidad. Aparece citado por primera vez en el siglo IX aunque se cree que su origen es mucho más antiguo. Los principales monumentos que se deben visitar visitar en un viaje a Palsson, la Torre de Las Horas, la Iglesia de Sant Pere, la Casa fortificada de La Pruna y la Muralla Medieval. De visita obligada es el Mirador de Josep Plá, desde donde se puede observar una espectacular vista de la Comarca del Ampurdán.