Cuenta atrás para Benidorm Fest 2025… con Lucas Bun: «Me puse mucho a Salvador Sobral»

Imagen cedida por la oficina de Lucas Bun. Ana Larruy.

Javier Herrero.

Imagen cedida por la oficina de Lucas Bun. Pedro Quitana.

Madrid, 23 ene (EFE).- No podía imaginar Lucas Bun mejor marco para alumbrar una canción en homenaje a su madre recientemente fallecida que Benidorm Fest, en cuya cuarta edición participará con una de las dos únicas baladas del certamen, «muy difícil vocalmente» y dispuesto a emocionar tras la estela de un ganador de Eurovisión.

«Me puse mucho a Salvador Sobral. Las melodías de mi canción surgen después de varios días escuchando ‘Amar pelos dois’, por lo que entiendo que respire ese aura y me gusta que me lo digan», admite orgulloso el músico catalán en una entrevista con EFE ante su participación con ‘Te escribo desde el cielo’.

Lucas Bondia (Barcelona 1993) o Lucas Bun, como lo apodó una amiga australiana siendo niño, comenzó su andadura en la música como autodidacta con un piano de su abuela que aún conserva, a la par que desarrollaba su faceta como jinete profesional durante 10 años.

«Llegué a vivir en Alemania durante dos años por los caballos y, al volver para estudiar segundo de Bachillerato, no tenía caballo propio, además de que exigía mucha disciplina en una época en la que yo estaba más alocado, así que se fue apagando», rememora.

La música ocupó su lugar como gran pasión, primero a través del conservatorio, después con sus estudios en la prestigiosa Berklee College of Music de Boston (EE.UU.), donde han estudiado otras figuras como el compositor de BSO Lucas Vidal.

Tras pasar por una banda de rock llamada Octopus, fue en su último año de estudios allí cuando empezó su carrera como solista, que en 2001 vio el lanzamiento de su primer sencillo, ‘Cicatrices’. «Empecé muchas historias y me costó coger el camino hasta que conocí al productor Julio Reyes», cuenta sobre su viraje musical.

«Entiendo que mi música cuesta encasillarla, porque me gustan muchos géneros y, cuando hago música, lo hago sin pensar hacia dónde voy», reconoce este artista que se reconoce muy inspirado por el bolero, pero en el que también hay mucho de «soul», influencias afro y electrónica sofisticada.

Fue capaz de convertir en material de canción un ‘Dildo’, «metáfora del deseo de conexión íntima en una relación apasionada que se vive a distancia». Con ella intentó participar por primera vez en Benidorm Fest en 2024, aunque no pasó el corte.

«Sabía que quería volver, pero estuve sin canción mucho tiempo. Me puse muy a fondo y al final salió en el último mes de plazo. Llevaba tiempo queriendo escribir algo para mi madre, que había fallecido, y pensé que no había mejor momento para presentar esta canción», indica.

Entre sus manos, un tema «muy difícil vocalmente, que requiere un control y agilidad importante», también el más lento de toda su producción, con algo de ‘Moon River’, algo de Portugal. «Quería que fuera muy bonita, que estuviese muy satisfecho sobre todo con las melodías, que es algo a lo que le doy mucha importancia», subraya.

A Benidorm Fest, donde participará en la primera semifinal este 28 de enero, llegará junto a su gran amiga Claudia Palatchi, en quien lleva confiando todos estos años su propuesta visual, y una puesta en escena «paralela a la canción, muy minimalista, pero muy bonita, que es como un caramelito».

«Veo muy necesario que haya baladas en un festival así. Creo que la gente disfrutará de reducir marchas, de algo más íntimo, reflexivo y de abrazo», destaca Bun, que afirma convencido que podrá dominar el exceso de emoción pese al contexto y el homenaje a su madre: «Cuando canto, canto con la mente serena y todo me vendrá al final».