Yeda (Arabia Saudí), 12 ene (EFE).- El atacante del Barcelona Dani Olmo, el gran protagonista de la semana después de que el Consejo Superior de Deportes (CSD) finalmente ordenara la renovación de su licencia federativa, jugó la última media hora, más el añadido, en la final de la Supercopa de España, que se llevó con claridad el equipo azulgrana ante el Real Madrid por 2-5.
El futbolista catalán, que no pudo disputar la semifinal ante el Ahtletic Club al haber sido desinscrito por LaLiga el pasado 1 de enero junto a su compañero Pau Víctor, tampoco fue titular contra el Real Madrid, pues su técnico, Hansi Flick, apostó por repetir el mismo once que ganó al conjunto bilbaíno.
Así, Olmo saltó al terreno de juego en el minuto 59 en sustitución de Lamine Yamal, pero en un escenario poco propicio para lucir su fútbol. Y es que el azulgrana salió justo después de la expulsión del meta Wojciech Szczesny, y el Barça, con un hombre menos, tuvo que defender su ventaja en el marcador hasta el final. Sobre todo, después de que Rodrygo hiciera el 2-5 en un lanzamiento de falta en el 61.
Sin apenas presencia en ataque del equipo azulgrana desde la expulsión, Dani Olmo, eso sí, trabajó a destajo en las tareas de contención, ubicado como interior izquierdo, pero en una posición mucho más retrasada de lo habitual.
El de Terrassa, en cualquier caso, pudo disfrutar de su primera final de azulgrana y cerrar una semana muy complicada en el aspecto personal. Levantó su primera título con el Barcelona.
